Es público y notorio, que en lo fundamental, la oligarquía financiera ha cerrado filas. No solo las campañas electoreras y los posicionamientos frente a las bravatas de Donald Trump sobre la militarización de la frontera norte, así lo muestran –hasta las diferencias se van diluyendo, incluso con la decisión del Tribunal Federal  Electoral  de resolver el registro formal del “Bronco” como candidato a la Presidencia de la República- sino en lo más importante: en la economía política y las contrarreformas neoliberales.

Frente a ello, las principales fuerzas proletarias y populares hemos definido avanzar en un posicionamiento teórico y práctico de lucha de clases.

Esta tendencia se ha iniciado con el Paro Nacional de 48 horas (9 y 10 de abril) convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y con diversas actividades para confrontar la “nueva” reforma laboral patronal presentada por dos senadores “obreros” del PRI. La CNTE, con Chiapas (secciones 7 y 40 y organizaciones sociales), el mitin convocado el 10 de abril frente al Senado de la República por CNTE-Nueva Central de Trabajadores-Unión Nacional de Trabajadores-Mineros y la Movilización de la Unión General de Trabajadores de México contra el Gobierno de la Ciudad de México y su política antilaboral, como punta de lanza de cómo construir Frente Único-Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México-Huelga Política General.

He aquí, algunas claves para construir mejor, con esta perspectiva, la jornada nacional del 1 de mayo unitario, combativo, de clase e internacionalista y atravesar -combatiendo correctamente- la coyuntura política y el escenario electoral.

Así está la lucha de clases por estos días: ¡Las masas somos las hacedoras de la historia!

 

Tomado del Vanguardia Proletaria  No. 526 del 15 al 30 de abril de 2018

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Por PCMML

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