Por: Eduardo Barrios

(25/noviembre/2016)

Felipe Calderón había resultado ganador en las elecciones llevadas a cabo en el 2006, el fantasma del fraude electoral era más que evidente, Andrés Manuel López Obrador iniciaba un proceso en el que se autonombraría presidente legítimo de México.

No bastaba con haber ganado las elecciones, era necesario tomar protesta para garantizar la presidencia. Recurriendo al viejo refrán “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, sin dudar el PAN recurrió al priísmo para legitimarse, en aquella negociación se puso en juego lo que el entonces gobernador de Oaxaca explayaba en explicaciones entre los diversos círculos del poder “Si yo caigo, van a caer otros, y esto se va a extender en el país”.

Los priístas le darían legitimidad a Felipe Calderón a cambio de concesiones en la cámara baja y alta, y resolver sin contratiempos los temas de Puebla con Mario Marín y Oaxaca con Ulises Ruiz Ortiz.

El 25 de noviembre del 2006, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca acordó realizar una movilización de San Bartolo Coyotepec al Zócalo, para culminar con el acordonamiento de 48 horas a las fuerzas de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP) que se encontraba en posesión del zócalo de la ciudad.

Alrededor de las 5 de la tarde, inició una refriega en el centro de la ciudad, y cual si fuera una orquesta entusiasmada, la fuerza federal desató la represión. Al calor de la refriega, se incendiaron edificios gubernamentales por supuestos appistas, nadie nunca ha corroborado la certeza de este hecho.

Esa tarde noche, no solo fueron repelidos los miembros de la APPO, también el pueblo, y por supuesto los periodistas que coberturaban los acontecimientos.

A la actividad convocada por la APPO el 25 de noviembre asistieron miles de hombres y mujeres que con base a su conciencia exigían la salida de Ulises Ruiz Ortiz de la gubernatura.

Cuando cayó la noche, los federales avanzaron hacia donde se encontraban los puntos de resistencia, sobre el andador turístico se formó una de las mayores batallas, sin saber los manifestantes de lo milimétrico del cálculo de la inteligencia policiaca, otro grupo de policías se encontraba en las inmediaciones del cerro del fortín.

El avance de la policía federal en ambos lugares, hizo retroceder a los appistas desde el centro hasta la Facultad de Medicina, alrededor de las 8 de la noche se informaba ya de más de 200 detenidos.

El 26 de noviembre Ulises Ruiz y su “burbuja” de fieles compinches se paseaban acalorados e intoxicados aún por los restantes de gas lacrimógeno de la represión en la noche anterior. El acuerdo se había consumado, Oaxaca estaba limpio.

El 25 de noviembre se vivió uno de los capítulos más negros de la historia de Oaxaca, los dueños del poder hicieron hincapié, Oaxaca era una lección que precedía a Sicartsa y Atenco, nadie puede salirse del camino trazado por los que ostentan el poder en México y tienen la anuencia de organismos internacionales; como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el vaticano, instituciones ligadas directamente a los grupos imperialistas.

El 1 de diciembre de 2006 Felipe Calderón tomó protesta como presidente de México en medio de la indignación popular, arropado por el priísmo y miles de policías.

El movimiento social dejó de lado por muy dolorosa que fuera la decisión la consigna de la salida de Ulises Ruiz Ortiz de la gubernatura, pasó a la exigencia de la libertad de los cientos de detenidos esa noche del 25 de noviembre. 10 años después, quedan las gloriosas victorias y las lecciones amargas que se vivieron durante el 2006.

A 10 años de aquel 25 de noviembre, el movimiento social en Oaxaca se ha transformado constantemente, cualificado en algunos casos y estancado en otros. La fuerza que logró aglutinar la APPO y el apoyo del pueblo son significativamente distintas.

Aún con ello, el 2006 en Oaxaca ilustró e hizo preámbulo de las batallas que habrían de librarse en estos años. El movimiento social no tuvo la capacidad de mantener una estructura organizada en la APPO, pero la APPO fue y es el ejemplo de que es posible dar una lucha conjunta, la rebelión magisterial se extendió a todo el país, se organizaron nuevos contingentes, se crearon nuevas organizaciones y espacios unitarios. Producto de ello es que se pudo dar una de las batallas más importantes del país que de 2013 a 2016 ha sido protagonista la CNTE, padres de familia, organizaciones sociales e intelectuales del país en contra de las reformas estructurales, en especial la reforma educativa. Uno de los errores a valoración del movimiento social es la imposibilidad de la izquierda en México de generar un gran pacto de unidad contra las políticas antipopulares, no solo en Oaxaca sino en el país pesan más las diferencias teóricas-ideológicas, que en algún momento se llegan a olvidar al calor de la lucha callejera.

El Estado mexicano, tomó de laboratorio el 2006 en Oaxaca. Estabilizó el termómetro del grado de descontento social sobre las políticas implementadas, conjuntó las experiencias internacionales sobre contención social, dio paso a la utilización de tecnología en espionaje, comunicaciones, telecomunicaciones; afinó la utilización de la propaganda de guerra orientada al movimiento social, concentró sus experiencias y profesionalizó cuadros para negociaciones de alto nivel, utilizó la vieja fórmula de convencimiento sicológico-social para hacer mella en cuadros del movimiento y pasarlos a sus filas, especializó a cuadros en distintos niveles para la labor de zapa al interior del movimiento, experimentó la movilidad de sus fuerzas policiacas, parapoliciacas, militares y federales, etc. El Estado tuvo que aceitar los engranajes de su maquinaria para poder dar una respuesta a un escenario que hacía peligrar los intereses de los poderosos. Y a pesar de ello, no pudo salir victorioso, pues sigue latente la llama de insurgencia social, cada día se cuentan manifestaciones sociales.

La rueda de la historia sigue su curso, 10 años de combates en Oaxaca han servido para curtir las fuerzas del Estado, de igual forma lo ha hecho el movimiento social. En pocas palabras…

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Por PCMML

Un comentario en «25 de noviembre de 2006, la represión desatada (breve recuento de hechos)»

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