Trabajan más horas e increíblemente les alcanza para menos
Para el primer trimestre de 2021 las cifras reportaron que dos de cada tres personas despedidas fueron mujeres, además, a 1.5 millones no las reinstalaron en su fuente de trabajo formal. La cuesta de enero llegó antes, en diciembre se hizo notar, durante la tercera ola del Covid-19, la más grave hasta ahora.
Los patrones intensificaron la jornada laboral de la mano de obra con la que ya contaban en los centros de trabajo, el número de mujeres que laboraban de 35 a 48 horas semanales incrementó a 1.5 millones en comparación con el año 2020, las asalariadas que laboran más de 48 horas semanales aumentaron a 892 mil, más que el último trimestre de 2020.
Si bien hubo menos despidos, también hubo menos contrataciones. En 2021, únicamente ocho estados cumplieron con su meta de generación de empleo formal. Las tres entidades con mejor desempeño fueron: Quintana Roo, Baja California y Tabasco. Las tres entidades con desempeño más bajo fueron Veracruz, Oaxaca y Michoacán. Del total de puestos registrados, por cada 100 hombres con un empleo en el IMSS, hubo apenas 64 mujeres. Sin embargo, esta relación no es homogénea en los estados.
Este 2022, una nueva crisis toca más hondo, estamos llegando a nivel histórico del encarecimiento de la vida, el aumento salarial no se corresponde con los índices elevados de inflación, alcanza para menos y se trabaja más. Hoy en día, solo el 40% de las trabajadoras del país está asalariada en la formalidad, en comparación con el 44% antes de la aparición del COVID-19, una cifra muy por debajo del promedio visto en América Latina y el Caribe, según la Organización Internacional del Trabajo.
Irracional que las guarderías cierren y las trabajadoras pierdan sus salarios
En 2019, la 4T canceló el subsidio del Estado hacia las guarderías del IMSS, a cambio destinó 800 pesos al mes para cada trabajadora, le fue irrelevante que ésta tuviera un hijo o más, el monto no variaba. El panorama de por sí ya era complejo puesto que solo el 30% de las trabajadoras permanentes o eventuales aseguradas tenían derecho a las guarderías públicas.
Las facultades de las guarderías del IMSS, aunque en la mayoría de los casos no las ejercían por falta de presupuesto e infraestructura, cons
ideraban obligaciones del Estado más útiles para librar de un gran peso a las trabajadoras. El Estado y el IMSS debían encargarse de los hijos de las trabajadoras de los 43 días de nacidos hasta los 4 años, así como de la protección y cuidados en un centro de desarrollo infantil o guardería, de los hijos de los trabajadores asegurados viudos o divorciados, a quienes judicialmente se les hubiera confiado la guarda y cuidado de sus hijos, mientras no contrajeran matrimonio o entraran en concubinato.
Las infancias podían acceder a el aseo, la alimentación, el cuidado de la salud, la educación y la recreación; el cuidado de la salud de los menores en sus aspectos biológico, psicológico y social sería normado, prestado y apoyado por el IMSS.
Las únicas justificaciones válidas para baja en el servicio eran: porque la trabajadora dejara de cotizar al IMSS como asalariada, porque los menores tuvieran alguna enfermedad transmisible, algún trastorno, por ejemplo, en el contexto actual de la pandemia, los menores permanecerían en casa bajo los cuidados médicos del IMSS o en el lugar más propicio que les recomendaran, pero los gastos deberían correr por parte del Estado. Por problemas administrativos o por obras de ampliación de infraestructura cuando se agotara el cupo, quedando como responsabilidad del Estado la ubicación de las infancias en otras guarderías más cercanas.
Con la beca directa de la 4T no alcanza para que la trabajadora pueda cubrir estas obligaciones que el Estado le adjudicó. La situación es más crítica para las trabajadoras cabeza del hogar, para las madres jóvenes y trabajadoras que no cuentan con el apoyo familiar o de la pareja. El cierre de las escuelas y la educación híbrida forzó a la mayoría a postergar su vuelta a la escuela y al mercado laboral formal.
Hasta febrero de 2022 la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió un dictamen que recupera muy poco de las obligaciones del Estado para con la madre trabajadora, sin embargo es un avance frente a la crítica situación actual. Se trata de dar prioridad para la admisión en guarderías a las hijas e hijos: primero, de mujeres en edad de 12 a 22 años 11 meses y comprueben estar inscritas en los niveles básico, medio superior o superior del sistema educativo nacional y que por asistir a la escuela no pueden proporcionar atención y cuidados necesarios a sus hijos, segundo, de madres de víctimas de violencia intra familiar, y tercero, de madres solteras que requieran la atención de sus hijos por motivos laborales.
¿Cuidamos a quien nos cuida?
La afiliación a la seguridad social de las trabajadoras va a la baja, sea por fallecimiento o por despido. El registro del IMSS de diciembre de 2021 reporta una reducción de 312 mil 902 puestos de trabajo respecto a noviembre: de los cuales 110 mil 526 menos son mujeres.
Somos la segunda peor cifra de América en cuanto a muerte de mujeres embarazadas por Covid-19. Las entidades con más cifras de mortalidad materna en 2021 fueron el Estado de México, Puebla, Veracruz, Jalisco y Chiapas. Además de Covid-19, los edemas, los trastornos hipertensivos y las hemorragias obstétricas fueron algunas de las causales de fallecimiento más frecuentes en este grupo de población en 2021.
Según la Dirección de Vigilancia Epidemiológica, no todas las muertes maternas en México estuvieron directamente relacionadas con el contagio de Covid-19, sino con las condiciones no controladas durante el embarazo debido a la escasa disponibilidad de asistencia sanitaria. Las complicaciones de las mujeres gestantes se presentaron con mayor frecuencia en aquellas que también padecían neumonía, asma, hipertensión, obesidad, diabetes y tabaquismo.
El ejercicio de la maternidad y paternidad es un derecho para la minoría de la población que tiene acceso a las condiciones materiales propicias (trabajo formal, educación, salud, estabilidad económica, vivienda, recreación, etc.) Para las nuevas generaciones es más grave el problema.
Desde 2015, México es el país con las tasas más altas de embarazos adolescentes, alrededor de 73 de cada 1.000 partos corresponden a madres de 15 a 19 años. Las últimas estimaciones del Ejecutivo indican que entre 2020 y 2021 el número total de embarazos adolescentes sumaron los 191.948, cerca de 22.000 más de los esperados, lo que supone un aumento del 12% respecto a 2019.
El 10% de los embarazos son producto de violencia sexual. Las niñas y adolescentes-madres que sobreviven al parto, tanto como las mujeres may
ores de edad, no tienen derecho y condiciones materiales para aplicarse un aborto legal, seguro y gratuito, no tienen otra salida que insertarse en el mercado laboral para sobrevivir, para criar, en la mayoría de los casos solo cuentan con el apoyo de la familia para cuidar del bebe, quedan desprotegidas del Estado y explotadas en todo tipo de trabajo en el que se enrolan.
Maternar en el ámbito laboral es un derecho reproductivo
Es una de las 12 garantías según el Instituto Interamericano de Derechos Humanos. El octavo de esos derechos, se refiere al empleo y la seguridad social que debe incluir: La protección legal de la maternidad en materia laboral, trabajar en un ambiente libre de acoso sexual, el derecho a no ser discriminada o despedida por embarazo, la protección de la maternidad en materia laboral, y a no sufrir discriminaciones labores por maternidad
Sin embargo, representa letra muerta cuando:
Los derechos humanos más vulnerados entre las quejas que ha recibido el Conapred son: primero, al trabajo, con 679 casos, lo que representa el 43%. En segundo lugar, al trato digno, algo que se observó en 396 expedientes, o sea, en el 25%. En tercer lugar, al ejercicio de la maternidad, 283 personas fueron afectadas, es decir, 17.9%.
La causa de discriminación más frecuente en el trabajo reportada al Conapred sigue siendo el despido por embarazo, con 94.6% del total. De acuerdo con información de ese organismo, en los últimos nueve años se han presentado mil quejas por dicho motivo.
El dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la reforma a la Ley del Trabajo de 2019, no se aplican, éstas enfatizan que aquellas muj
eres despedidas por estar embarazadas tienen derecho legal a la reinstalación y pago de salarios caídos, sin importar si su empleo es de base o de confianza. Si el empleador decide terminar la relación laboral con una mujer embarazada por una causa justificada, el empleador debe mantener los beneficios de la seguridad social por un período de 6 meses después del nacimiento del bebe.
El acoso laboral es fuerte, pocos casos llegan a juicio para hacer valer la obligación de las juntas laborales de invalidar automáticamente las cartas de renuncia firmadas por trabajadoras embarazadas y ejercer “la duda razonable”, un pensamiento crítico al respecto, y no aplicar la ley de manera tajante sin contexto.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva como la mejor forma de alimentación de los niños recién nacidos por 6 meses. Cuando esto no es posible por lo menos debe durar cuatro meses. Sin embargo en México la licencia por maternidad, solo dura 45 días después del parto como ocurre en otros países de América Latina. En los centros de estudio y trabajo no existen o no se respetan las horas para la lactancia.
Ellas también luchan por trabajo
A pesar de que las personas migrantes de origen centroamericano cumplen una importante función en la respuesta a la crisis del COVID-19, son discriminadas por los gobiernos del país de destino cuando se trata de acceso a la seguridad social y la estabilidad formal en el trabajo, por ejemplo en el sector salud los migrantes provenientes de México y Centroamérica representan el 16% del total de los trabajadores de la salud inmigrantes en los Estados Unidos, la gran mayoría son mujeres en condiciones precarias. De los 16,2 millones emigrantes procedentes de Centroamérica y México en 2020, el 48,7% eran mujeres (ONU DAES, 2020). Las trabajadoras guatemaltecas y hondureñas constituyen la mayor presencia a lo largo de la frontera sur de México.
La mayor proporción de asentamientos de guatemaltecas se registra en Chiapas, a las documentadas es el único lugar donde se les permite trabajar como jornaleras agrícolas o trabajadoras del hogar (ver Rojas y Ángeles, 2006). Las migrantes indocumentadas o insuficientemente documentadas ingresan y son empleadas en fincas y ranchos como “trabajadoras voluntarias”.
Recientemente, el Instituto Nacional de Migración reporta en un diagnóstico que los flujos temporales de trabajadores y trabajadoras con estudios comprobables mínimos que se internan en Quintana Roo y Tabasco trabajan en servicios y trabajo del hogar. Su estancia en el país es temporal, su objetivo es trabajar o acompañar a un familiar trabajador por un periodo determinado, al término del cual regresan a sus países de origen. Principalmente se desempeñan como trabajadoras agrícolas, trabajadoras del hogar y las comerciantes.
Las mujeres migrantes en tránsito, cuyo paso por México no está definido por la duración de su estancia, presentan dos características: se ven en la necesidad de desempeñar algún tipo de trabajo que les permita obtener algunos recursos para migrar hacia el norte del país. Son indocumentadas, no cuentan con estudios o conocimientos en alguna profesión u oficio, en particular, se ocupan en servicios, en menor medida y bajo determinadas condiciones, ejerciendo la prostitución.
Migran como “irregulares” intentando ingresar por canales y puntos no oficiales. Durante el periodo de enero-abril del 2021, México ha registrado 56.622 eventos de migrantes presentados ante autoridades migratorias por no acreditar su estatus migratorio regular – de este total el 94% corresponde a personas de Honduras, Guatemala y El Salvador (Secretaría de Gobernación de México (SEGOB), 2021).
Vulnerabilidad ante los desastres naturales y desplazamientos forzados e incertidumbre en la estabilidad laboral
Para el año 2020 se estima que la región de Centroamérica experimentó más de un millón y medio de nuevos desplazamientos impulsados por desastres derivados de eventos naturales, siendo Honduras el país mayoritariamente afectado por estos eventos (constituyendo el 61% del total de los desplazamientos registrados en este año) (IDMC, 2021).
Además de la variable ambiental, Centroamérica también se ve influenciada por factores determinantes como la violencia que potencia los desplazamientos. En el año 2020, El Salvador y México fueron los dos países que registraron desplazamientos por estos motivos – en El Salvador se registraron 114.000 nuevos desplazamientos- y a través de los años se ha mostrado como el país de la región mayormente impactado por desplazamientos causados por conflicto (Ibid). México por otra parte estuvo cerca de los 10.000 desplazamientos registrados generados por situaciones de violencia en 2020 (Ibid).
Las medidas de la 4T para la contención de migrantes han sido provechosas para el imperialismo norte americano, algunas violentas para legitimar la intervención de la Guardia Nacional y otras más violentas para perpetuar el sometimiento y la explotación asalariada de una gran cantidad de población arruinada. La 4T desde 2020 subsidia a empresarios mediante becas de “Jóvenes Construyendo el Futuro” para Centro América, especialmente dirigidos a las mujeres jóvenes desempleadas solicitantes de mecanismos para el emprendedurismo en sus países.
La maquila textil es un giro feminizado, aunque en los últimos años mujeres y hombres se han integrado masivamente a las fábricas americanas que operan en México mediante la manufactura de exportación. En enero de 2022 la 4T, inició la etapa de contratación laboral de mano de obra de migrantes centro-americanos en Ciudad Juárez. La Asociación Industria de Exportación de Ciudad Juárez aglutina a más de 300 maquilas, públicamente anunció que esperaba que pasara la tercera ola de COVID en diciembre de 2021 para ingresar la mano de obra migrante centro americana a la explotación maquilera puesto que calculaba requerían de 17 mil obreros para paliar el déficit en la producción automotriz. En Matamoros, también han contratado a migrantes centro-americanos en los OXXO, 7Eleven.
Vía la secretaria del Trabajo y Previsión Social han formalizado la contratación, principalmente de personas provenientes de Guatemala, Cuba y El Salvador a partir del trámite en el Servicio Nacional del Empleo. Hay incertidumbre para la estabilidad laboral, la naturalización como ciudadano mexicano implica grandes requisitos burocráticos y gastos económicos, los trabajadores tampoco cuentan con contratos laborales superiores a tres meses.
En espera de una mejor oportunidad laboral
En febrero de 2021 el Cepal estimó que la pandemia del Covid-19 provocará un retroceso de 10 años en la participación femenina del mercado laboral de América Latina. La subcontratación, “la economía neni”, el freelance, las emprendedoras, el home office son el vehículo más recurrente de nuestra época para emplear trabajadoras profesionistas, se trata de una masa en reserva que puede aportar ingresos complementarios a la economía individual de la familia y/o insertarse en el mercado laboral por temporadas menores a un año.
Estas condiciones de trabajo son un filtro capitalista útil, involucran a las mujeres en el trabajo productivo para que mantengan en movimiento las mercancías y con ello las ganancias mayores son para los empresarios, las mujeres calificadas trabajan como eventuales percibiendo un mejor salario, sin contratación formal, sin acceso a prestaciones durante el periodo laborado, haciendo inaccesible que ahorren para la vivienda social y jubilación.
¿Qué celebramos este 8 de marzo?
Este análisis aproximado nos invita a reflexionar sobre el que hacer de los partidos comunistas, las organizaciones sindicales, progresistas, democráticas, populares, las organizaciones de mujeres. Necesitamos una salida revolucionaria a la crisis capitalista donde las trabajadoras se integren activamente.
Las trabajadoras han demostrado que son hacedoras de la historia, su participación en batallas históricas ha sido decisiva, recordemos la ley de seguridad en el trabajo que consiguieron obreras y obreros tras estallar la huelga general en país imperialista de Estados Unidos, en consecuencia del asesinato de mujeres, hombres e infantes que trabajaban bajo llave en la fábrica Triangle, ¡el patrón les explotaba más de 16 horas al día y no sabía cuántas personas laboraban dentro!, sin embargo fueron quemados vivos por exigir jornada laboral de 8 horas.
Celebramos a las mujeres de octubre de 1917, precursoras de la Gran Revolución Socialista que trajo pasos concretos en la igualdad ante la ley y ante la vida para las mujeres, el antecedente que tenemos del trabajo libre de explotación de la mano de obra es la herencia que nos dejan, las huelgas que iniciaron por ¡Por pan, paz y trabajo!, derivaron en revolución proletaria, no aguantaron la explotación, el hambre, la miseria que les trajo la Primera Guerra Mundial. Fue decisiva su iniciativa de organización por gremio para la toma de decisiones y el accionar, la mayor victoria no fue tirar al zar sino construir una sociedad libre sobre sus ruinas, un Estado de los trabajadores en que el trabajo emancipado era causa de honor y valentía.
Las mujeres amamos la paz, no la guerra
Pronunció la comunista Clara Zetkin en la Primera Conferencia Mundial de Mujeres, evento que marcó un antecedente organizativo vigente en nuestros días, acordaron realizar cada 8 de marzo la celebración del día internacional de las trabajadoras en homenaje a la lucha y victorias que toda mujer debe involucrarse como recorridos en los centros de trabajo, en las casas de las mujeres, en las plazas públicas, para unir a las mujeres trabajadoras y desempleadas en la lucha por una sociedad nueva, incitarles a afiliarse en los sindicatos, cooperativas, partidos revolucionarios, y organizarlos donde no existen, para llegar a las esposas de los soldados y motivarlas a protestar por el retorno de las tropas y el fin de la guerra, del reparto del mundo, el saqueo y la opresión social.
Compañeras trabajadoras ¡Vamos a las calles a luchar!
-Por la reinstalación de la fuente de trabajo a las despedidas injustamente, basificación, generación de empleos formales con derecho efectivo a la contratación colectiva, así como garantías para el goce de prestaciones.
-Por el derecho a la estabilidad y permanencia en el trabajo para un futuro digno, en especial para las terciarizadas, subcontratadas, del trabajo informal
-Para que el COVID-19 y sus variantes sean reconocidas como enfermedades de riesgo en el trabajo, para que las trabajadoras no resulten afectadas en su fuente de empleo, ingresos, prestaciones
-Por la solución a las demandas de las organizaciones independientes de trabajadores
-Por el respeto y aplicación de los derechos de la madre-trabajadora
-Por la aplicación de las horas de lactancia en los centros de estudio y trabajo sin menoscabo
-Por el derecho y respeto a la afiliación sindical y asociación política independiente
-Para eliminar el pago a destajo y garantizar el acceso al salario mínimo profesional que establece la comisión nacional de salarios mínimos
-Por incremento del salario mínimo para todos los trabajadores, por encima de la inflación
-Por el aumento al subsidio del Estado a las cooperativas de producción y de consumo
-Para poner un alto a la criminalización de las trabajadoras de la informalidad, principalmente las comerciantes
-Por la firma de títulos de propiedad colectiva de la tierra para explotación de las comunidades auto determinadas, ¡alto a los caciques, al saqueo de territorio y a los desplazamientos forzados!
-Por la aplicación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo para el reconocimiento del trabajo del hogar en condiciones dignas: con salario mínimo profesional, respeto a la asociación sindical independiente, el acceso a seguridad social, contratación colectiva.
-Por la solución a los conflictos laborales, archivados en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en favor de las y los trabajadores
-Por la solución a la huelga de SutNotimex en favor de las y los trabajadores del estado mexicano.
-Por garantías efectivas del Estado para proteger a las luchadoras sociales, a las trabajadoras de la comunicación en el campo y en la ciudad
-Porque para poder estudiar y trabajar, ¡por guarderías públicas hay que luchar! Por la construcción, re habilitación, expropiación de predios con subsidio del Estado para guarderías, estancias infantiles, ludotecas, comedores, lavanderías públicas, centros de salud, abasto de medicinas gratuitas, para toda la clase trabajadora
-Para hacer valer el derecho a migrar con oportunidades de estabilidad laboral
-Por una red nacional de justicia y reparación de daños que unifique las luchas y demandas no cumplidas por el Estado hacia las víctimas colaterales de casos de feminicidio, violencia sexual y desaparición forzada
-Por financiamiento del estado para la construcción de refugios, casa de la mujer indígena, migrante, casas de cuidado del adulto mayor y personas con capacidades diferentes, así como la construcción de hospitales públicos y gratuitos de especialidades
-Por la estabilidad laboral de los profesionales de la salud
-Para hacer realidad la ley de no pago de impuestos en insumos para la menstruación, así como garantizar que el Estado y sus instituciones distribuyan gratuitamente copas menstruales, toallas sanitarias, tampones, anticonceptivos, y demás insumos para la salud sexual, reproductiva.
-Contra el encarecimiento de la vida a costa de la crisis y la guerra. Luchemos juntas por una salida revolucionaria, unifiquemos nuestras luchas en un solo Frente antifascista y anti imperialista, paremos a los explotadores con Huelga Política General, promovamos la organización asamblearia como espacio de decisión y rumbo de los pueblos y proletarios de nuestro país.
Partido Comunista de México (marxista-leninista)
Frente Popular Revolucionario
Unión de la Juventud Revolucionaria de México
Unión General de Trabajadores de México