El pasado 31 de enero, 1 y 7 de febrero se ha llevado una jornada de lucha de una expresión del magisterio en las vías del tren a la altura de la comunidad indígena de Caltzontzin cerca de Uruapan, en exigencia de solución a sus demandas, sin embargo la respuesta y diálogo del gobierno del estado y federal de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) está siendo la represión y la imposición de un estado de terror por medio de sus grupos represivos, como el cuerpo de granaderos del estado así como la Guardia Nacional. A ello se suma la brutal represión y encarcelamiento a los estudiantes de las normales el 8 de este mismo mes y en semanas posteriores.
Así es la cerrazón y la política represiva y de continuidad neoliberal con la reforma educativa impuesta por Peña Nieto y ahora maquillada con el Gobierno de López Obrador, quienes poniéndose de acuerdo con los dueños de la empresa ferroviaria Kansas City Sourthen y toda su clase burguesa, han definido garantizar los intereses de las grandes empresas antes que resolver las demandas planteadas por el magisterio. Aún y cuando a pesar de que a lo largo y ancho del estado el crimen organizado en mancuerna con los gobiernos en turno sigue generando terror y violencia en las comunidades, aumentando los asesinatos, desaparecidos y miles de desplazados. Contradictoriamente 2 mil elementos del ejército o Guardia Nacional y policías del estado diariamente están apostados en las vías del tren y casetas de cobro para cuidar los intereses empresariales y proteger a los paramilitares de la delincuencia, antes que resolver las peticiones planteadas; ante ello el pueblo y las comunidades indígenas han salido a las calles en solidaridad con el magisterio.
Cabe destacar que la política represiva de los gobiernos del PRI y PRD que han gobernado Michoacán, su Cuarta Trasformación solo se ha traducido en los mismos transformados ahora en Morena o 4T, siguiendo con la misma política neoliberal y del garrote contra las comunidades indígenas como el caso de las comunidades de Azajo, Nahuatzén y Zirahuén entre otras ordenando la detención de cientos de comuneros, la represión a los estudiantes normalistas y en general a todo el magisterio agrupado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) -Michoacán que en estos días están saliendo a las calles a exigir se cumplan sus legítimas demandas como el pago de quincenas a miles de maestros y la contratación a eventuales, entre otras.
Es indudable que hoy más que nunca necesitamos un movimiento magisterial unido ante las embestidas de la oligarquía y su gobierno, desde luego haciendo frente único con las comunidades indígenas, organizaciones populares, sindicatos y de todos los sectores del pueblo dispuestos a luchar por sus demandas más sentidas, llevando a la práctica un sindicalismo democrático, asambleísta, de clase, revolucionario e internacionalista, y que sea independiente política e ideológicamente de la burguesía y sus partidos, con ello impidiendo que los dirigentes traidores, oportunistas, entreguistas y claudicantes conviertan al magisterio o a algún movimiento proletario y popular en botín para ser negociado por algún puesto, como es el caso de algunos de ellos hoy cooptados por el actual gobierno, quienes desde su comodidad guardan un silencio cómplice.