A convocatoria de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el 5 de febrero de 2022 se reunieron en el edificio de la Sección IX de la CDMX decenas de organizaciones sindicales y populares de varios estados del país. El Foro de las Resistencias se constituyó en el “segundo acercamiento de la CNTE con organizaciones fraternas, cuyo propósito es el proceso de reorganización y articulación social de la CNTE, para derrocar los atropellos e injusticias del gobierno opresor”. En esta reunión se buscó tomar acuerdos para unificar la lucha en contra de las políticas nacionales a partir de demandas como: aumento salarial de emergencia, abrogación de los regímenes de excepción laboral, bilateralidad entre patrones y si

ndicatos, democracia e independencia sindical.
Esta actividad fue una tarea acordada por la Asamblea Nacional Representativa (ANR) de la CNTE, resultado de fuertes debates y lucha ideológica entre las posiciones democráticas de avanzada y revolucionarias; su realización significó un triunfo sobre las posiciones claudicantes y entreguistas que han sido evidenciadas pues, al igual que el régimen de la Cuarta Transformación, ”les cayó como anillo al dedo” la pandemia para alcanzar su objetivo de desorganizar y desmovilizar a la base trabajadora. Esta intención ha sido más visible en los contingentes con direcciones seccionales estatutarias, como es el caso de la Sección 22 de Oaxaca, que en otros tiempos fuera ejemplo de lucha y combate contra la política neoliberal de los gobiernos pro fascistas del PRI y el PAN.
Los dirigentes consecuentes de la CNTE han venido poniendo en claro a las bases magisteriales que la política de AMLO no está orientada a resolver las demandas del pueblo. A pesar de haber suscrito una serie de minutas y compromisos, las dieciocho reuniones con su Comisión Nacional Única de Negociación le sirvieron al presidente para administrar los tiempos políticos en favor de la 4T. El proceso de “diálogo” le sirvió al régimen para ganar tiempo y sacar avante la reforma educativa que mantiene intacto el contenido neoliberal de la reforma de Peña Nieto, sacar adelante el proceso electoral intermedio para garantizar la mayoría de la Cámara de Diputados para aprobar los presupuestos de egresos de la federación y así garantizar los fondos necesarios para sus programas asistencialistas y los megaproyectos estratégicos que le interesa tanto a la oligarquía financiera del país como al imperialismo norteamericano.
Esta iniciativa de la CNTE cobra gran importancia estratégica ante la agudización de los efectos de la depresión económica mundial del capitalismo y sus efectos sobre los bolsillos de la clase trabajadora, ante el engrosamiento del número de desempleados y el encarecimiento incontenible de los artículos de consumo popular; la exigencia de aumento salarial de emergencia se convierte en un eje aglutinador del magisterio y del movimiento popular. De esta manera, la CNTE retoma su papel de referente de lucha de la demanda de sus agremiados, además de ser un ente de unidad y organización del conjunto de los trabajadores de la ciudad y el campo organizados en sindicatos o en organizaciones populares en lucha por tierra, vivienda, salud, educación, justicia, etc.
Para que este objetivo sea exitoso requiere de la incorporación consciente y consecuente de todos los activistas democráticos y revolucionarios para que a lo largo y ancho del país se vuelquen a fortalecer la unidad y la organización interna de los contingentes de la CNTE y trabajen por la vinculación de las luchas locales del magisterio y del movimiento sindical y popular en cada uno de los estados de la república.

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Por PCMML

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