El 2 de febrero de 1943 llega a su fin  la batalla de Stalingrado, uno de los episodios más cruentos y decisivos de la Segunda Guerra mundial.  Con la rendición de su 6o. Ejército, Alemania sufre un severo revés en su intento de apoderarse del petróleo de la región del Cáucaso y representó el principio del fin de la derrota nazi, marcando con nitidez el futuro desenlace de la Guerra.

Esta batalla la inició Alemania con el bombardeo y reducción a escombros de la mayor parte de la infraestructura, el 23 de agosto de 1942, aislando a la ciudad y cercándola para eliminar por hambre a sus habitantes, con el objetivo de coronar la toma de Stalingrado en unas cuantas semanas; la feroz resistencia del pueblo y la estrategia del Ejército Rojo con la implementación de la operación Urano iniciada el 19 de noviembre, permitió que los sitiadores fueran sitiados y diezmados hasta lograr su rendición en esta fecha que recordamos. Fue una de las batallas que más bajas de vidas y heridos causó, tanto de civiles como de militares, así como destrucción de recursos materiales.

Volgogrado, como se llama actualmente, adquiere el nombre de Stalingrado en fechas históricas para conmemorar la trascendencia de la lucha en su defensa, honrando a sus protagonistas de la también nombrada Ciudad Heroica.

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Por PCMML

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