Dictado el 23 de julio de 1920, en el marco del II Congreso de la Internacional Comunista y publicado el 5 de agosto del mismo año.
En esta ocasión Lenin aborda aspectos importantes como la táctica y la flexibilidad en su aplicación dada las condiciones concretas en que actúa el Partido, sin perder de vista su papel estratégico.
En este sentido se ha de tener presente el papel primordial del sector de los obreros conscientes, que constituyen en esencia el Partido, para influir y movilizar a las masas obreras en el camino de la revolución socialista y la dictadura del proletariado.
Tocando de paso el vínculo estrecho de este sector consciente con las organizaciones obreras como los sindicatos y la utilización para los intereses proletarios del parlamentarismo burgués.
Este discurso mantiene vigencia sobre el papel del Partido, porque la lucha de clases sigue mostrando la naturaleza criminal del capitalismo, por lo que es importante seguir poniendo en práctica.