PERÚ
El Gobierno del Presidente Pedro Castillo cambia por cuarta vez su gabinete en 6 meses, eso demuestra en parte una preocupante inestabilidad y debilidad de su gobierno, derivado de las presiones de la derecha golpista, como de las propias limitaciones de cuadros y contradicciones al seno de su organización, Perú Libre. Estos problemas políticos -antes de los de su gobierno- se dieron en el país con cuatro presidentes de la república en brevísimo tiempo de 2018 a 2021.
Desde su triunfo, la derecha lo desconoció aduciendo fraude -cuando estos son los que los realizan en cada elección-, para impedir su llegada a la presidencia. Después siguieron acusándolo a él y a miembros de su gabinete de terroristas, señalan disputas por las cuotas en los cargos, de falta de pericia para gobernar, de ligas con grupos mafiosos; está solo, hay corrupción y no tiene legitimidad. Su gobierno es de naturaleza inestable y le falta firmeza contra la corrupción policiaca. Según la misma prensa derechista ha bajado su popularidad en un 60%, maneja mal la lucha contra la delincuencia y ha perdido el apoyo de su Partido. A ello le suman su mala intervención en el derrame petrolero. Castillo no tiene mayoría en la Cámara, por lo que le quisieron imponer la “Moción de vacancia, por incapacidad moral”, el primer intento de destitución del cargo. Los golpistas y los Estados Unidos no desistirán de sus intentos de destituirlo con un golpe blando o uno fuerte y al Presidente Castillo organizar y movilizar a las masas para impedirlo.
COLOMBIA
Ya suman 305 asesinados, de los desmovilizados militarmente o que se rindieron por creer en la paz de la oligarquía financiera colombiana y Estados Unidos, que firmaron los acuerdos de paz en 2016. Desde esa fecha, hasta estos días, en lugar de garantizar la vida de los exguerrilleros -de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo, la que había sido la más antigua de las guerrillas del mundo-, y la paz en Colombia; el régimen colombiano de Iván Duque y los imperialistas estadounidenses, han fortalecido y ampliado la violencia contra el pueblo y sus dirigentes. El paramilitarismo -brazo ejecutor- de la burguesía colombiana, lo mismo que el ejército, siguen actuando con absoluta impunidad buscando destruir el movimiento democrático y revolucionario que aún mantiene sus banderas de lucha sin claudicar.
En mayo de este año Colombia realizará elecciones generales las que se darán en este clima de inseguridad, pobreza e intervencionismo imperialista, y pesarán sobre la clase dominante colombiana que corre el riesgo de perder la presidencia del país.
BOLIVIA
La derecha golpista boliviana y Estados Unidos continúan con sus acciones contra el Gobierno del MAS (Movimiento Al Socialismo) encabezado por Luis Arce, actual Presidente de Bolivia, quienes nuevamente están preparando una huelga contra el gobierno exigiendo que se les exima de las acusaciones del Golpe de Estado encabezado por Jeanine Añez y los militares, quienes destituyeron a Evo Morales, Presidente de Bolivia en ese momento.
La huelga pretende desgastar, golpear al gobierno y dar otro golpe de Estado más violento y contundente, aprovechando la disminución de fuerza que presenta el Gobierno del MAS, desde que Evo Morales quiso reelegirse por un periodo más y no recibió la mayoría de aprobación popular.
La oligarquía de Santa Cruz, Bolivia, es la que está empujando ese escenario para asaltar el gobierno y continuar con su política económica neoliberal mediante la violencia, ante un gobierno que inclina sus alianzas con China y Rusia, que además demostró ser un movimiento que con reformas solo maquilla al capitalismo, no lo destruye