Posiblemente había dos acciones positivas en la vida, pero que son una nimiedad comparadas con el régimen de terror, del narcogobernador de Morelos, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, su lánguida participación en el movimiento estudiantil de 1968 y su lucha legal -junto a miles de ciudadanos morelenses- por la destitución de otro narcogonernador de Morelos en 1998, el general Jorge Carrillo Olea, padre del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). De allí en fuera,…
"Graco es Draco, ¡Gustavo Salgado vive!"