Cuando estaba en campaña electoral para ocupar el máximo cargo político en el sistema de gobierno burgués, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) realizó un gran número de compromisos sociales que le permitieron capitalizar el hartazgo popular, seducir a los electores indecisos, cooptar a dirigentes de organizaciones sindicales o populares y granjearse el voto ciudadano.

     Entre las banderas que enarboló AMLO estaban: el combate a la corrupción y el castigo a la “Mafia del Poder”, el cese a la violencia y por la pacificación del territorio nacional, el esclarecimiento de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y el retorno de los militares a los cuarteles, la abrogación de la mal llamada reforma educativa y demás reformas estructurales.

     Entre los compromisos de campaña, destaca el ofrecimiento de reapertura de la Escuela Normal Rural de El Mexe, Hidalgo sin embargo, en 2 años al frente del poder político, el régimen de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) ha demostrado fehacientemente que no hay ninguna diferencia respecto a los gobiernos recalcitrantemente neoliberales. Al igual que los demás ofrecimientos, la reapertura de esta emblemática Escuela Normal Rural se ha reducido a una promesa electoral más.

     Pensar que “la palabra del Presidente está en entredicho” o que “no ha honrado su palabra” sería inexacto pues, como administradores de los intereses políticos y económicos de la burguesía, estos funcionarios al servicio del capital no tienen palabra. El perverso juego de órdenes y desobediencias entre AMLO, el Secretario de Educación Pública y el gobernador de Hidalgo no es más que parte de la simulación concertada con la que pretenden despojarle al pueblo su derecho a la educación pública.

     En estos días, violando de manera flagrante los protocolos de la contingencia sanitaria, la burguesía y sus partidos invierten cuantiosos recursos económicos y materiales para embaucar al pueblo y la clase trabajadora con el objetivo de legitimar la farsa a través de la cual renovarán su plantilla de empleados que, desde los municipios hasta el poder legislativo, aplauden y avalan las políticas contrarias a los intereses de los explotados.

     Así pues, independientemente de la atención en las mesa de diálogo entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Presidente de la República, los aspirantes a ingresar a la Normal, los padres de familia, la Asamblea Ciudadana, los maestros egresados y la CNTE-Hidalgo en su conjunto, están obligados a romper el esquema y llevar el tema a la movilización política en las calles y plazas, explotar todo foro para la denuncia, a preparar una Jornada de Lucha a fondo de manera unitaria.

     Las maniobras burocráticas conciliadas entre el gobierno federal y estatal para no cumplir con la reapertura de la Normal Rural de El Mexe son parte del proceso de privatización de la educación, de la embestida global contra los derechos del pueblo y la clase trabajadora, del proyecto político y económico para profundizar el neoliberalismo en nuestro país. Por lo tanto, la lucha por la reapertura de dicha escuela, no puede separarse de la lucha de clases que cotidianamente sostenemos los explotados contra los explotadores.

     La experiencia histórica nos ha demostrado a los explotados que la conquista y el respeto a nuestros derechos más elementales, no han sido producto de la buena voluntad de los opresores. En consecuencia, el acuerdo de reapertura de la Escuela Normal Rural de El Mexe, con sistema de internado y en sus instalaciones originales e históricas, sólo lo lograremos con la lucha política desde las calles junto al pueblo y la clase trabajadora. ¡Manos a la obra en esta gran tarea!

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Por PCMML

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