El imperialismo ruso interviene en Kazajistán respaldando al gobierno de Kassym Jomart Tokayev, para evitar su caída y preservar sus grandes inversiones económicas, ante las crecientes y extensivas protestas contra dicho gobierno por parte del pueblo de ese país, por el alza de los combustibles.

El régimen reprimió con la policía, el ejército incluyendo la presencia del ejército ruso (que incluyó de países aliados con una presencia de 2 mil 30 militares) las protestas, encarcelando cerca de 8 mil personas, esta acción la justifica el gobierno en turno aduciendo la participación de terroristas extranjeros que pretendían derrocarlo mediante un Golpe de Estado, pues en las movilizaciones actuaron grupos armados. Las medidas represivas se establecieron con un Estado de Emergencia que incluyeron la interrupción de internet, la prohibición de las manifestaciones, persecución y detenciones policíacas.

Kazajistán es parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva comandada por el imperialismo ruso, bloque militar formado por exrepúblicas soviética

s donde ejerce control regional desde la desintegración de la Unión Soviética y que sirve de contrapeso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

El gobierno kazajo proviene del revisionismo que llevó a la degeneración de lo que fue la República Socialista Soviética de Kazajistán, que de comunistas degeneraron a capitalistas que pronto restablecieron la propiedad privada sobre los medios de producción y el trabajo asalariado explotado instalando una nueva etapa de la lucha de clases para ese país y la región que en un tiempo habían vivido en el socialismo hasta la muerte de Stalin, quien dirigió a la Unión Soviética bajo los principios del comunismo científico.

Hoy en esta república capitalista de Kazajistán se padecen nuevamente los viejos problemas capitalistas de saqueo, corrupción, pobreza, desempleo, sus recursos naturales como los petroleros (que son los que más produce) están siendo fuente de enriquecimiento de la nueva burguesía que gobierna ese país.

Las exigencias del movimiento se mantienen a pesar de las respuestas represivas: la libertad de los presos políticos; renuncia y dimisión de todo el gobierno; creación de un gobierno provisional y elecciones libres; contra la intervención rusa.

Kazajistán es otro país más en disputa por parte de las potencias imperialistas, EE.UU., por ejemplo, desde la disolución -y desde antes de esta- está empeñado en tener bajo su control a este país, por lo que en las justas protestas populares está buscando montarse para conducirlas a sus intereses.

Lo que vive Kazajistán es producto del alza en la inflación y el encarecimiento de los combustibles que se padece a nivel mundial y que difícilmente pudiera libar este país, mientras la negociación con el movimiento está cerrada, el régimen busca mostrarse fuerte y seguirá imponiéndose hasta derrotar al movimiento popular.

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Por PCMML

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