Las condiciones que se desarrollaron a partir de 2018 con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder han generado una continuidad de la política neoliberal. La batalla del gobierno actual se centra en el combate a la corrupción que, en los últimos días, demuestra ser solo una fachada para la continuidad del poder de los grandes capitalistas.
Esta batalla del gobierno federal se centra en combatir todos los aspectos que demuestren oposición al régimen actual, barriendo parejo contra quienes demuestran una posición crítica hacia la actual administración. Particularmente, con las organizaciones sociales, se inició un proceso de linchamiento que pretende desvirtuar la lucha que desarrollan en el ámbito nacional y en cada una de sus regiones o estados. Aprovechando la lucha que sostienen con organizaciones corporativas del PRI, arrasan incluso con las organizaciones democráticas y progresistas.
No cabe duda, que la llegada al poder de procesos socialdemócratas, se convierten en muros de contención para los referentes organizativos de nuestros pueblos con el riesgo del avance del fascismo. He allí la necesidad de que las organizaciones democráticas y revolucionarias sigan en el camino de la construcción de referentes unitarios que enarbolen las demandas más sentidas de los pueblos de México. En este escenario es donde radica la importancia de realizar eventos que vayan orientados a la construcción de la unidad.
El clima de violencia que vive el país es una condición que se convierte en riesgo para los pueblos originarios y los sectores populares. Esta situación se ha incrementado como un riesgo para los defensores de derechos humanos, activistas sociales y los periodistas. En el último mes se han suscitado cuatro homicidios de periodistas en diferentes partes del país, convirtiéndose en un riesgo para el desarrollo de la lucha social y la información; dando como resultado que la única respuesta capaz de contener las acciones de violencia hacia los activistas sociales sea la construcción de la unidad de los sectores organizados y no organizados.
Oaxaca no es la excepción, enmarcados en una pelea entre facciones por llegar a la gubernatura del estado, el movimiento social, activistas y luchadores sociales se convierten en blanco para descargar la violencia. En los últimos días se arrecia la campaña de criminalización y agresiones en contra de los miembros de nuestra Red, con amenazas de muerte, atentados y difamación en los que nuestros compañeros corren graves riesgos por desempeñar su actividad política, de defensa de derechos humanos y defensa del territorio.
Desafortunadamente el proceso de unidad de las organizaciones es endeble. Desde nuestras modestas fuerzas hemos echado a andar la construcción del referente de la Red Estatal de Víctimas de Oaxaca Tomás Martínez. Sin embargo, aún falta que en la lucha por justicia se sume el referente organizativo más importante que es la Sección 22 del SNTE-CNTE, cuya presencia por sí sola significa una fortaleza moral y física para el movimiento social en nuestro estado.
Desde Oaxaca, con la gran experiencia que nos dejó la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, tenemos claro que la construcción de la unidad de las organizaciones del pueblo, democráticas y progresistas es la única forma de generar un proceso de transformación para nuestros pueblos.
Hoy más que nunca es necesario fortalecer la unidad nacional de las fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias, porque mientras el gobierno federal mantiene un discurso populista la realidad nos golpea, el día de ayer fueron reprimidos los compañeros de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero en la caseta de Palo Blanco, cuando pretendían manifestarse en la caseta como medida de visibilización ante el nulo avance en las investigaciones de la desaparición de los 43 normalistas, fueron recibidos con mas de 800 policías, encapsulados, coartando su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión. De manera natural a una política represiva la respuesta debe ser la denuncia, lucha y confrontación; nos declaramos listos y prestos a la movilización ante el llamado que los Padres, Madres y normalistas de Ayotzinapa a las acciones que se emprendan, en Oaxaca van a encontrar fortaleza, solidaridad y hermanos de lucha.
Es por ello, que saludamos la realización de este evento, contando con la firme convicción de aportar, en la medida de nuestras posibilidades, para fortalecer sus objetivos y definir los alcances de lucha callejera.

Desde Oaxaca, nos solidarizamos
Fraternalmente

Red Estatal de Víctimas de Oaxaca Tomás Martínez

Comité de Víctimas de Nochixtlán “19 de junio”
Comité de Familiares y Víctimas Ikoots de la Masacre de San Mateo del Mar
Familiares de desaparecidos del Prof. Modesto Patoltzin y el joven René Alejandro
Defensoría por los Derechos Humanos y la Justicia A. C.
Frente Popular Revolucionario (FPR)
Movimiento de Acción Social (MAS)
Unión de Artesanos y Comerciantes Oaxaqueños en Lucha (UACOL)
Organización Magisterial Popular Independiente (OMPI)
Bloque Comunitario del Sur
Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT)
Consejo Nacional de los Pueblos en Lucha (CNPL)

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Por PCMML

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