En un hecho inaudito, 128 naciones condenaron la decisión de Estados Unidos que a través de Donald Trump reconocían a Jerusalén como la capital de Israel.
Se deja entre ver que la hegemonía del imperialismo Yankee se pone en entredicho y avanza la influencia del bloque económico Ruso-Chino y también el temor de que este conflicto en medio oriente desate mayor tensión en diversos países.
El estatus de Jerusalén ha estado por décadas en el centro del conflicto entre israelíes y palestinos.
Israel, que anexó Jerusalén este tras ocuparla en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, considera que toda la ciudad es su capital. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital de un futuro Estado independiente. La comunidad internacional no reconoce la soberanía de Israel sobre toda la ciudad.
Habría que aclarar que esta resolución de la ONU no es vinculante, es decir que no hay ninguna sanción sobre Estados Unidos. En tanto que Israel mantiene oprimidos territorios donde se encuentra la comunidad Palestina.
Los bloques imperialistas discuten la repartición del mundo, y el conflicto entre Israel y Palestinos pone en evidencia que realmente falta emancipar a los pueblos y que tengan real autodeterminación.
En tanto que la representación de nuestro país -México- en la ONU se abstuvo en la votación, hecho que era de esperarse toda vez que política y económicamente el gobierno depende del imperialismo gringo.
