1. El contexto actual:

 

– A nivel nacional :

 

Marruecos vive una crisis económica, política y social muy profunda.

El capitalismo dependiente, mafioso y rentista de Marruecos ha alcanzado un nivel de decadencia tal, que le es imposible responder a las necesidades más urgentes del pueblo. Peor aún, las conquistas sociales en educación y salud están siendo desmanteladas a un ritmo acelerado, los salarios están congelados, el desempleo está aumentando y los jóvenes solo piensan en emigrar a Europa a riesgo de sus vidas, el costo de la vida sigue aumentando y la deuda del Estado alcanza los topes máximos.

El jefe de Estado ha reconocido esta situación señalando el fracaso del modelo de desarrollo marroquí, pero no hace nada concreto para enderezar la barra.

Además el régimen ha vampirizado tanto a las fuerzas políticas y a las llamadas herramientas de intermediación social, con excepción de las fuerzas revolucionarias marxistas y algunas fuerzas islamistas y organizaciones de masas, que está desnudo frente a la gente.

Ante el aumento de las luchas populares, el descrédito de las fuerzas de intermediación y la incapacidad para responder a las exigencias populares, el uso de la represión es sistemática y feroz: arresto de más de 1000 activistas del Rif, docenas de Jerrada, sentencias de prisión duras e injustas, represión a los movimientos de protesta pacífica, hostigamiento (prohibición de utilizar los espacios públicos, de acceder a los medios de comunicación públicos, desconocimiento de las secciones locales, privación de acceso a la función pública…) y amenazas contra Vía Democrática, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos y “Justicia y Benevolencia”.

El régimen cuenta con el apoyo del imperialismo, especialmente francés y de los regímenes petroleros del Golfo para enfrentar el aumento de los peligros. La contrapartida es la profundización de la dependencia de Marruecos en todos los planos frente al imperialismo y sus instituciones financieras y la alineación con las posiciones del imperialismo y los regímenes retrógrados del Golfo y la participación en sus guerras contra los pueblos árabes, en particular, la guerra inhumana contra el pueblo yemení y africano.

Desde la Primavera Árabe, Marruecos ha experimentado un proceso revolucionario caracterizado por fases de flujo y reflujo de las luchas populares.

En este contexto, las masas populares desarrollan una lucha defensiva multifacética y boicotean masivamente las farsas electorales. Son los jóvenes, especialmente de las zonas marginadas, quienes organizan movimientos populares pacíficos a gran escala sobre la base de reivindicaciones precisas, especialmente sociales y económicas. Algunas de estas luchas son de larga duración (más de un año en la región del Rif y varios meses en la ciudad de Jerrada), otras son más efímeras. Pero estas luchas no se integran a la lucha general por un cambio radical a causa de la debilidad y división de las organizaciones políticas, sindicales y asociativas militantes y su superficial enraizacimiento en el seno de las masas trabajadoras.

De hecho, las verdaderas fuerzas de oposición, izquierdistas e islamistas, no logran enmarcarse y unificar estas innumerables luchas y hacerlas converger en un objetivo político destinado a romper con el sistema político dominante despótico y depredador.

 

– A nivel regional :

 

Los procesos revolucionarios están entrabados por la intervención del imperialismo, de los regímenes retrógrados del Golfo, de Turquía y las fuerzas oscurantistas y takfiristas apoyadas por ellos. La derrota de DAECH y otras fuerzas oscurantistas en Irak y Siria aún no ha dado como resultado soluciones políticas a los conflictos armados.

La segunda ola de procesos revolucionarios que se encendieron en Sudán y Argelia ha extraído las lecciones de la primera ola, continuando la lucha después de la partida de los déspotas y reclamando el desmantelamiento de los regímenes existentes y una democracia genuina. Pero, en Sudán, donde el proceso revolucionario disponía de una dirección con un programa de cambio, el Partido Comunista no fue capaz de establecer una alternativa que rompa radicalmente con el régimen dominante, pero, aun así, permitió una apertura democrática y la neutralización de los islamistas. En Argelia, el proceso continúa, pero un resultado positivo requiere la constitución de un amplio frente popular y el surgimiento de fuerzas revolucionarias capaces de responder a las expectativas del pueblo argelino y suficientemente enraizado en las clases trabajadoras. En ambos casos, el cambio pacífico ha golpeado al poder del ejército y a otras fuerzas represivas que son los pilares de las clases dominantes.

A pesar del contexto desfavorable, la resistencia del pueblo palestino continúa y su lucha justa atrae cada véz más la simpatía como lo demuestra el desarrollo de la campaña BDS y el reconocimiento del Estado palestino por parte de los parlamentos y gobiernos europeos, mientras que la conspiración para liquidar el problema palestino se intensificó desde la llegada de Trump a la Casa Blanca y la alianza explícita de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos con la entidad sionista.

 

– A nivel internacional :

 

La crisis del modo de producción capitalista es profunda y de larga duración. Pero la alternativa socialista está igualmente en crisis. Esta es la razón por la cual los pueblos se balancean entre las ilusiones de un retorno del “Estado de bienestar” levantadas por las fuerzas izquierdistas anti-austeridad (Syriza, Podemos …) y la xenofobia, el racismo y el aislacionismo de la extrema derecha. Esta es también la razón por la cual, a pesar de su evidente fracaso, las políticas neoliberales aún tienen la ventaja.

El ascenso de Trump es parte de este movimiento general y es en una forma extrema: belicismo exacerbado, guerras comerciales, denuncia del acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo de París sobre el medio ambiente, agresividad contra los regímenes progresistas en América Latina, proteccionismo, incumplimiento del derecho y de las instituciones internacionales (retirada de la UNESCO y de la UNRWA, …).

La democracia burguesa está en crisis en los países del centro, donde la izquierda y la derecha tradicional están cada vez más desgastadas y la naturaleza real de estas democracias, las dictaduras de las sociedades multi-coloniales se está volviendo más clara, especialmente con un mayor recurso a los regímenes presidenciales y a los Estados de emergencia, con el pretexto de combatir el terrorismo de manera más efectiva, enfrentando el aumento de luchas contestatarias, sociales y populares.

La entrega dolosa de un mundo multipolar aumenta el margen de maniobra de los pequeños Estados y de las fuerzas de liberación nacional. Pero la salida real de la crisis actual radica en el combate de los marxistas por una alternativa que vaya más allá del capitalismo.

 

  1. La Vía Democrática y la construcción del Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras:
  2. Breve historia del proceso de construcción del Partido de la Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras:

 

El Cuarto Congreso Nacional de Vía Democrática se llevó a cabo el 15/16/17 de julio de 2016 en Casablanca, bajo la consigna: “Construir el Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras y el frente único para deshacerse del Makhzen[1][1] y construir el Estado nacional, democrático y popular”.

Este congreso, que tuvo lugar veintiún años después de la constitución de Vía Democrática, que se considera la continuidad política e ideológica del movimiento marxista-leninista marroquí, en particular, de la organización ILAL AMAM, se basa en:

  • Los logros de la lucha, las rupturas del movimiento marxista-leninista marroquí y en particular de la organización ILAL AMAM, con el reformismo y el revisionismo y los aportes teóricos de este último sobre las contradicciones fundamentales (entre el bloque de las clases dominantes y el imperialismo, en particular francés, por un lado, y la clase obrera y las clases populares, por el otro) y principalmente (entre el bloque de las clases dominantes y el imperialismo por un lado, y las clases populares, por otro lado), la designación de la mafia makhzen que mantiene el poder y una gran parte de la riqueza del país como el enemigo directo y el principal impedimento para cualquier avance democrático y social y las especificidades de la constitución de la nación marroquí como nación amazigho-árabe y musulmana con fuertes especificidades regionales que requieren el establecimiento de grandes autonomías.
  • Las lecciones de veintiún años de lucha de Vía Democrática que llevó a definir cuatro proceso de estructuración de nuestra acción y nuestra lucha :
  • El proceso de constitución de la organización política independiente de la clase obrera y de las masas trabajadoras a través del enraizamiento en la clase obrera y las masas trabajadoras y la unificación de las organizaciones marxistas.
  • El proceso de constitución de las organizaciones independientes de las masas populares (sindicatos, asociaciones, comités barriales, movimientos populares, …), su unificación e integración a la lucha por la liberación nacional y la democracia.
  • El proceso de constitución del frente de las clases populares.
  • El proceso de participación en la edificación de una internacional marxista.

La implementación de estos procesos en la realidad concreta de nuestro país nos permitió extraer las siguientes lecciones :

  • La unificación de los marxistas, que nos habíamos planteado como una condición previa para la constitución del Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras, resultó difícil (sectarismo, izquierdismo, dogmatismo, …), si no imposible (divergencias sobre la estrategia del cambio, la política de alianzas estratégicas y tácticas …) .
  • El movimiento del 20 de febrero, que es parte de los procesos revolucionarios que envolvieron al mundo árabe en 2010-2011, no logró sus objetivos, en particular debido a la ausencia de un Partido que organice a la clase trabajadora y a las masas trabajadoras, que represente sus intereses.

También Vía Democrática decidió en este Congreso, abordar, sin demora y con todas sus fuerzas y con determinación inquebrantable, construir el Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras que la consideraba como su tarea central y urgente. Continuando con tenderle la mano a los militantes marxistas.

  • El movimiento del 20 de febrero nos obligó a revisar y afinar nuestra estrategia y nuestras tácticas porque nos planteaba, de forma concreta, la cuestión del poder, las alianzas, las consignas, las formas organizativas y la lucha.

Nuestro tercer congreso nacional, celebrado en julio de 2012, se hizo eco de estas preocupaciones adoptando como consigna: “Por un frente unido de la lucha popular contra el Makhzen y por un régimen democrático”.

Las tesis adoptadas por el 4to. Congreso Nacional van más lejos, definiéndolas con mayor precisión:

  • En el plano estratégico: la naturaleza del Estado que permita el aumento de todas las exigencias de nuestro pueblo, es decir, el Estado nacional, democrático y popular como fase que prepare los jalones para el socialismo, los objetivos y las etapas del cambio revolucionario (etapa del cambio nacional, democrático y popular, etapa del cambio socialista y las relaciones entre ellas), los instrumentos del cambio revolucionario y los frentes de clase. El programa de cambio democrático radical en transición hacia el socialismo ha sido reexaminado, enriquecido y precisado.

Las organizaciones independientes de las masas populares son un tema estratégico de importancia primordial porque, gracias a ellas, las masas aprenden a organizarse, a defender sus intereses y gestionar sus asuntos. Ellas constituyen embriones de contrapoder. El partido debe defenderlas contra el control del poder y de las fuerzas relacionadas con él y ayudar a su unificación y participación en la lucha general por el cambio, pero el debe estar atento a sus debilidades, sugerencias y críticas y no debe en ningún caso, considerarlas como simples correas de transmisión.

  • En el nivel táctico: las alianzas tácticas permiten realizar una o algunas tareas, aislando al enemigo más feroz en un período determinado, y tratando de reunir al más amplio frente posible para el combate. Está claro que dicho frente no puede hacerse solamente sobre una base política y no ideológica y que este supere tan pronto como se realicen las tareas para el que fue formado.

Es por eso que Vía Democrática, lucha con uñas y dientes por la constitución de un frente democrático, del cual su núcleo duro y columna vertebral deben ser la izquierda militante, que luche en el mismo movimiento, por un frente más amplio, reagrupando a todas las fuerzas y personalidades que sufren por el control de la mafia Makhzen sobre el poder y la riqueza y predispuestos a luchar para derribarlo.

La cuestión de la internacional marxista se abordó en las tesis propuestas en el congreso que validaron la acción desarrollada actualmente y el enfoque definido, concentrando nuestros esfuerzos en la respuesta concreta a la pregunta: “¿qué hacer? En las circunstancias actuales de la lucha y de la evolución del capitalismo, extrayendo las lecciones de los diferentes aportes marxistas y experiencias de construcción del socialismo sin convertirlo en un dogma.

La Comisión Nacional, reunida en julio de 2018, para evaluar nuestra acción dos años después de nuestro congreso, formuló la siguiente observación:

Los puntos positivos registrados son los siguientes:

  • El logro más importante es nuestra línea ideológica y política basada en el marxismo, como método de análisis y teoría revolucionaria, nuestro trabajo sindical y de masas en general dirigiendo a la clase obrera y a las masas trabajadoras hacia nuestras posiciones y en defensa de sus intereses.
  • Mantenimiento y fortalecimiento de la unidad y cohesión de nuestro Partido y toma de conciencia colectiva de las tareas que este debe realizar para asegurar su desarrollo.
  • Ocupación de un lugar de elección en el espacio político como fuerza política marxista de oposición radical al régimen. Somos, como Partido de izquierda, junto con la asociación islamista “Justicia y beneficencia”, las puntas de lanza de la oposición al régimen.
  • Conciencia en el seno de nuestro Partido de la importancia crucial del espíritu unitario, particularmente en las luchas. Llevamos a cabo una ofensiva unitaria, tanto en las organizaciones de masas, dirigiendo la lucha sindical como en el seno de la izquierda y con “Justicia y beneficencia”.
  • Mayor conciencia creciente en nuestro Partido de la centralidad y la urgencia de avanzar en el enraizamiento de la clase obrera y las masas trabajadoras para impulsar la construcción de su Partido.
  • Instalación de estructuras organizativas (sector laboral, comisión obrera – sindical, células obreras – sindicales, …) para cerrar la brecha entre nuestro trabajo sindical y de masas en general y nuestro trabajo político y organizativo para construir el Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras.

A pesar de estos puntos positivos, los avances concretos en el enraizamiento de la clase obrera y las masas trabajadoras y la construcción de su Partido son lentos e insuficientes.

Sobre la base de esta observación, el Consejo Nacional celebrado el 30 de septiembre de 2018 consideró que la fundación de este Partido es una tarea urgente que no admite demoras y ha adoptado un plan y un programa de acción en esta dirección.

 

  1. ¿Por qué la necesidad urgente de un salto cualitativo en el proceso de construcción del partido de la Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras?

 

  • El modo de producción capitalista ha entrado en una crisis estructural, profunda y cada vez más grave. El no puede superarla solamente mediante las guerras, la sobreexplotación de la clase obrera, el saqueo de los recursos naturales y la destrucción del medio ambiente. Esto obliga al capitalismo a abandonar su fachada democrática y revelar su verdadera naturaleza como dictadura de la burguesía. Esto acumulará la ira popular contra el capitalismo y creará las condiciones favorables para el socialismo, siempre que la clase obrera, como clase antagónica del capitalismo, construya sus herramientas organizativas independientes de la burguesía, especialmente su Partido.
  • Los procesos revolucionarios en el mundo árabe han demostrado el rol decisivo de la clase obrera en la caída de Benali y Moubarak. Pero la ausencia o la debilidad del Partido de clase obrera permitió a las fuerzas burguesas confiscar la revolución. Además, la clase obrera de todo el mundo ha experimentado un renacimiento y en algunos países realiza múltiples intentos de construir Partidos independientes de la Clase Obrera.

La realización de las tareas de liberación nacional y su compromiso con el camino del socialismo requieren la construcción del Partido del proletariado y su rol dirigente en este proceso.

  • Nuestro país vive un proceso revolucionario que puede, en cualquier momento, conducir a una revuelta popular generalizada, mientras que la clase obrera no disponga de sus propias herramientas organizativas y sobre todo de su Partido, servirá a los intereses de las otras clases, en particular a la burguesía. También cualquier retraso en la constitución de este Partido tendrá consecuencias dramáticas para el pueblo marroquí.
  • La lucha de clases toma, aquí y ahora, por lo esencial, la forma de las luchas desarrolladas por las organizaciones populares independientes (Hiraks de Rif, Jerrada y en otros lugares, coordinadoras de los profesores contratados, de los estudiantes de medicina, …). Estas organizaciones necesitan de este Partido para unificar sus luchas y darles un resultado político. Del mismo modo, este Partido desempeñará un rol positivo en la superación de la profunda crisis del movimiento sindical y contribuirá al ponerse al servicio de la clase obrera y también en la construcción del frente de las clases populares y a una correcta articulación entre las herramientas de lucha de la clase obrera (el sindicato para la lucha económica y el Partido y el frente para la lucha política) y las diversas organizaciones independientes de las masas trabajadoras.
  • Las condiciones son favorables para lograr un salto cualitativo en el proceso de construcción del Partido de la clase obrera y de las masas trabajadoras porque las múltiples luchas populares juegan un papel importante en la toma de conciencia de las masas trabajadoras, de quienes son sus enemigos y amigos y de la importancia de la organización y la unidad.
  • La clase obrera no dispone de su Partido y nuestros esfuerzos en esta dirección son insuficientes.

 

  1. Cómo lograr un salto cualitativo en el proceso de construcción del Partido de la Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras:

 

En principio, se debe insistir en el hecho de que la construcción del Partido es un proceso ininterrumpido que continuará incluso después de la victoria del socialismo. Lo que está en juego ahora, es dar un salto cualitativo en este proceso para un cambio radical en nuestra concepción y en nuestra práctica para construir este partido y también para nuestro arraigo en la clase obrera y las masas trabajadoras.

Como se indicó anteriormente, Vía Democrática cuenta con muchos puntos positivos para ser optimistas, sin quebrarse ni para autocomplacerse sobre su capacidad para lograr este salto cualitativo.

Nuestra concepción para lograr este salto cualitativo se basa en los siguientes fundamentos:

  • Necesidad de revolucionar a nuestros militantes teórica y prácticamente, para que la tarea de construcción del Partido se convierta en una tarea cotidiana.
  • La construcción de este Partido se realizará en el fuego de la lucha de clases, en todos los frentes, ideológico, político, organizativo, mediáticos… Esto nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos y a fortalecer la organización.

Esta construcción se realizará bajo el fuego del enemigo. Por lo tanto, es necesario dar una importancia crucial a la formación de cuadros de un alto nivel ideológico y político y de una gran firmeza en las tormentas de la lucha de clases.

  • Elaboración de un plan y un programa de acción apuntando a trasladar la consigna de salto cualitativo en la construcción del Partido de la Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras en tareas concretas y definidas en el tiempo, incluyendo todas las dimensiones de nuestro trabajo ideológico, político, organizativo, militante, sectorial, formativo y propagandístico.
  • La realización de este programa está sujeto a un riguroso monitoreo y a una evaluación periódica por parte de las diversas instancias del Partido. Es un trabajo voluntario que requiere el cambio de nuestros métodos y estilo de trabajo y de organización para adaptarnos a las exigencias y contratiempos de los trabajadores.
  • Todas las instancias del Partido (dirección nacional, regional, sectorial, círculo, célula, comisión, etc.) deben hacer de esta tarea una prioridad en su trabajo. Deben elaborar sus propios planes y programas de acción teniendo en cuenta sus especificidades y formando parte del plan y programa de acción nacional.
  • Dar particular importancia al trabajo de masas, y a la cabeza, el trabajo sindical, siempre que lo haga de una manera que vincule la lucha cotidiana por las reivindicaciones y para defender los logros y los derechos de la lucha por la emancipación y la construcción del Partido de la Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras.
  • Llevar a cabo una campaña ininterrumpida en el seno de la clase obrera y las masas trabajadoras en general para convencerlos de la urgencia de construir su Partido.
  • Intentar convencer al mayor número de militantes marxistas de la urgencia de crear este Partido y de participar en la elaboración de su línea ideológica y política que, para nosotros, es una tarea permanente que se enriquece gracias al enraizamiento, como una fuerza organizada, dentro de Clase Obrera y de las Masas Trabajadoras.
  • Este plan de acción no reemplaza el trabajo político, ideológico y militante general de nuestro Partido.
  • En este contexto, se debe subrayar la importancia de nuestra acción apuntando a constituir el frente de las clases populares como un frente de clases estratégico y los frentes tácticos políticos (Frente Democrático y Frente de lucha de terreno) que están tratando de reunir la más grande fuerza posible contra el enemigo más feroz en un momento dado. Del mismo modo, la importancia de construir organizaciones populares independientes que hayan experimentado un desarrollo notable desde la “Primavera Árabe”: un movimiento de protesta popular en la región del Rif que duró un año, desde la devastada ciudad minera de Jerrada, boicot masivo de tres empresas monopolistas, de luchas de largo aliento de los profesores contratados y de los estudiantes de medicina, lucha de los campesinos por defender sus tierras colectivas…

Todo esto, sin olvidar la construcción de una internacional marxista cuyas premisas son prometedoras, siempre que superen el sectarismo y el dogmatismo.

Abdallah Elharif
Vía Democrática

19/08/2019

[1]         Majzen o Majzén es una palabra árabe que designaba antiguamente al Estado marroquí y en la actualidad a su oligarquía o gobierno en la sombra y de donde deriva la palabra almacén. (Wikimedia) Nota del editor.

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Por PCMML

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