Hace 91 años, el 07 de octubre de 1928, José Carlos Mariátegui La Chira junto con otros dirigentes combativos del movimiento popular e intelectuales honestos, fundaron nuestro Partido Comunista Peruano (marxista-leninista). Lo hicieron con el objetivo de dotar de dirección política a las luchas del pueblo trabajador en nuestro país, en particular a la lucha de la clase obrera, para que se asegure su desarrollo político con independencia de clase, se organice la revolución socialista y se instaure la Dictadura Proletaria como tránsito a la sociedad comunista sin clases.

Nuestra militancia desde los distintos frentes de trabajo, celebran el aniversario de nuestro Partido, inmiscuidos en el quehacer político, esclareciendo, organizando, movilizando y dirigiendo la lucha popular, en el marco de las disputas interburguesas que se desarrollan en nuestro país, como parte de la cortina de humo que les permite avanzar con la implementación de políticas neoliberales que atentan contra los derechos de los trabajadores y los pueblos.

Estas disputas han desencadenado una crisis gubernamental, que ha puesto en evidencia las repartijas y componendas que los partidos políticos aprista y fujimorista y demás partidos que se encuentran con representación en el Congreso de la República, han mantenido para continuar con la política de saqueo de nuestras riquezas naturales, esquilmación de los derechos e intereses de la clase trabajadora, desfalco de las arcas fiscales y la recurrente impunidad ante casos de corrupción.

La presión desde las calles y el agotamiento de las disputas entre los poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, ocasionaron que el Presidente de la República Martín Vizcarra, plantee una cuestión de confianza que no fue aceptada por el Congreso de la República, lo que posibilitó la salida Constitucional de disolver el Congreso de la República, a lo que le deberá seguir la convocatoria a nuevas elecciones de este poder del Estado.

 

Antecedentes de la crisis gubernamental

 

La información que se filtró por las investigaciones de casos de corrupción operados desde la empresa brasileña Odebrecht, que ha involucrado a toda la clase política gobernante en el país, además de la grandes movilizaciones populares en rechazo a la corrupción a las repartijas, precipitaron que las fuerzas partidarias involucradas en la corrupción busquen copar por todos los medios el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y las comisiones de investigación que se instalaron en el Congreso de la República, con el fin de ocultar y desaparecer evidencias, entorpecer investigaciones y trabar todo intento de sacar al aire información que vincule directamente a Odebrecht a los gobiernos pasados, tanto nacionales como regionales, además de vinculaciones a dirigentes de las principales fuerzas políticas partidaria de la reacción.

La consecución de la investigación del caso Odebrecht, nos muestran lo ladrona, explotadora, vende patria y miserable de la burguesía criolla en nuestro país, todos los gobernantes recibieron coimas, en el ejercicio de funciones o desde candidatos a cambio de que una vez en el poder entreguen megaproyectos que una vez en ejecución podían realizar enmiendas en los contratos para inflar costos y de esta manera pagar más sobornos s los gobernantes de turno y sus testaferros.

La presión popular, con grandes movilizaciones convocadas por el pueblo organizado y la evidencia contundente que mostraban cómo los distintos partidos políticos de la reacción desfalcaron las arcas fiscales y se robaron el futuro de muchos peruanos, precipitaron, que:

  • El expresidente Alejandro Toledo que gobernó entre los años 2001-2006, se encuentre detenido en Estados Unidos por haber recibido coimas de Odebrecht, se dice que aproximadamente se trataría de $20 millones de dólares los que fueron a parar a sus bolsillos. Actualmente se encuentra abierto el trámite de proceso de extradición en su contra.
  • El expresidente Alan García que gobernó el Perú entre los años 2006-2011, se suicide con un disparo en la cabeza, en el momento en que agentes policiales ingresaban a su vivienda para realizar un allanamiento y detención preliminar en su contra por haber recibido coimas de Odebrecht a través de personajes cercanos a su gobierno y al partido aprista.
  • El expresidente Ollanta Humala quien gobernó el país entre los años 2011-2016, fue recluido al igual que su esposa Nadine Heredia, mientras se les investigaba por haber recibido coimas de Odebrecht en su gobierno.
  • El expresidente Pedro Pablo Kuczynski que gobernó entre los año 2016-2018, tuvo que renunciar a su cargo tras acusaciones por haber recibido coimas de Odebrecht a través de empresas vinculadas a él y haberse difundido grabaciones en las cuales se evidenciaba una componenda para evitar su vacancia, dando como compensación a Kenji Fujimori la libertad  del ex dictador Alberto Fujimori (su padre), quien cumple prisión por homicidio calificado en los casos de las matanzas de Barrios Altos y la Cantuta y por violación de los derechos humanos en el contexto donde el pueblo peruano fue sometido a do fuegos reaccionarios, por un lado de la fuerzas policiales y militares y por el otro la fuerza paramilitar de sendero luminoso.

A estos casos se suma el proceso seguido a la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán, a quien se le dio una orden de detención de 18 meses al igual que a la presidenta del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori quien a través de su mayoría parlamentaria en el Congreso se encargó de entorpecer la investigación donde se acusaba a su partido de haber generado una organización criminal con la que se blanqueaba el dinero que ingresaba para su campaña desde de Odebrecht. Actualmente se encuentran en investigación el alcalde de Lima: Luis Castañeda Lossio, la candidata del Partido Popular Cristiano Lourdes Flores Nano, entre otros.

De lo señalado en estos antecedentes, además del robo que sufrió el pueblo peruano en la década fujimontesinista, nos enrostran los casi treinta años de continuismo neoliberal a los que debemos poner fin. La burguesía parasitaria que se encuentra en el poder debe ser derrocada por la clase obrera para construir un mañana diferente, donde el pueblo trabajador pueda ejercer su poder, cimienten la diversificación productiva, se oriente el desarrollo industrial del país obre nuevas relaciones de producción y se inaugure la democracia proletaria con sus órganos de poder.

 

La crisis del gobierno de Martín Vizcarra

 

Martín Vizcarra, quien asumió el cargo tras la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski, teniendo una oposición aplastante, como la mayoría parlamentaria fujimorista, buscó disfrazar sus fracasos e inoperancia política con pretendidas confrontaciones con esta mayoría, cortina de humo con acusaciones mutuas de corrupción, totalitarismo, violación del ordenamiento Constitucional y con una serie de calificativos que pudiesen deslegitimar a una u otra fuerza reaccionaria. Señalamos que fueron cortinas de humo pues para la aplicación de la política económica neoliberal siempre tuvieron consensos, al igual que con el Apra y otras bancadas de la reacción: hubo consenso en aprobar la extensión de Ley de Promoción Agraria N° 27360, donde se le quitan derechos a los trabajadores de régimen agrario quienes además de las pésimas condiciones en la que trabajan, no reciben gratificaciones ni CTS, y solo tienen la mitad de las vacaciones de los trabajadores del régimen general. Siendo discriminatoria y abusiva. Esta ley además subsidia a las empresas agroexportadoras que por mucho tiempo vienen teniendo un crecimiento sostenido y una acumulación inmensa fruto de la explotación del proletariado agrícola.

Por otro lado, hubo consenso con los partidos de la reacción para promulgar el Plan Nacional de Competitividad y Productividad, con el Decreto Supremo N° 345-2018-EF, donde se busca continuar la política de desfalco promocionando la realización de proyectos de infraestructura con Asociaciones Público Privadas, que se muestran como la mayor expresión de corrupción y robo que pueden haber en el país, casos conocidos son: la realización de carreteras y cobro de peajes con concesiones por más de 20 años, está orientada para beneficiar a las grandes constructoras y no a cubrir la brecha de infraestructura que existe en el interior del país. Se eliminan beneficios sociales para los trabajadores, y se eliminan procedimientos para el despido arbitrario, propiciando de esta forma la precarización laboral. Se busca flexibilizar además, la casi inexistente normativa ambiental, dándole la posibilidad de disponer a su mejor parecer de los estudios de impacto ambiental, licencia social y procesos de remediación ambiental, beneficiando de esta manera a las grandes transnacionales y sus testaferros peruanos.

También existe unidad entre los partidos de la reacción para que imponer a sangre y fuego los proyectos de explotación minera y petrolera, sin que exista la licencia social de los propietarios consuetudinarios de la tierra, las comunidades campesinas y nativas, se busca hacer del Perú un socavón, pero la resistencia campesina y popular adquiere renovada vitalidad para llevar adelante la lucha por la defensa de las comunidades campesinas y nativas, la producción nacional agropecuaria, la soberanía nacional y alimentaria, el medio ambiente y el agua.

Los partidos aprista, fujimorista, Peruanos Por el Kambio, entre otros, se enfrentan para cubrir su estala de corrupción, copando puestos en los poderes del estado y el gobierno y se unen para arrebatar los derechos a la clase trabajadora y los pueblos, no puede haber lugar a dudas como para creer que una de las facciones de la burguesía parasitaría, representada por Martín Vizcarra, defiende la voluntad popular o “defienden la democracia”. Martin Vizcarra es un alfil más de la burguesía criolla que se coluden con las otras fuerzas para beneficiar a sus patrones y facilitar la explotación del pueblo trabajador y el saqueo de nuestros recursos naturales.

Los comunistas no confiamos no creemos en la maniobra política del Presidente de la República. Son disputas que le están dando respiro al agotamiento del modelo neoliberal instaurado por el fujimorato y continuado hasta el actual gobierno.

Queremos que se vayan todos los representantes de la burguesía parasitaria que gobierna nuestro país, queremos que se sienten las bases de un gobierno democrático popular y en ello centramos nuestros principales esfuerzos.

 

La salida popular a la crisis gubernamental: Asamblea Constituyente

 

Desde el PCP (m-l) saludamos los esfuerzos que la clase obrera, el campesinado y el movimiento popular ponen al tratar de forjar la unidad política para presionar la convocatoria de una Asamblea Constituyente con la que se busca la restitución de todos los derechos conculcados a los trabajadores y los pueblos, se revisen todos los tratados internacionales firmados a espaldas del pueblo trabajador y con la que se cimiente la construcción de una nueva etapa de la República en el Perú.

Llamamos a la clase obrera, el campesinado, la juventud, las mujeres y los pueblos a enrumbar el camino de la unidad política a fin de participar de manera compacta en el nuevo escenario de lucha de clases del Perú.

Es la hora de luchar con más fuerza contra la corrupción capitalista, contra el continuismo neoliberal, contra el saqueo, la esquilmación y por la conquista de mayores libertades democráticas y reconquista de los derechos conculcados.

¡Por la unidad política de la clase obrera, el campesinado y los pueblos por la lucha de liberación nacional y social!

 

Octubre de 2019

B. P. del C. C. del PCP(m-l)

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Por PCMML

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