Una intensa movilización en más de cien ciudades del mundo e importantes jornadas de solidaridad con Palestina se desarrollaron debido a que el 1° de julio pasado el primer ministro Netanyahu y el gobierno israelí debían comenzar con un plan de anexión de territorios de la Cisjordania. Este plan fue pactado en enero de este año con Trump, quien presentó la nueva propuesta de anexión como un nuevo acuerdo de “paz”, y contempla la incorporación de un 30% de esta región en la que habitan tres millones de palestinos.
El anuncio hecho por el Primer Ministro Netanyahu provocó la resistencia palestina. Para el día anunciado, distintas organizaciones palestinas hicieron un amplio llamado a la lucha, pues estas medidas abandonan los pactos de Oslo y el derecho internacional, aplicando métodos de terrorismo de Estado.
La presión global y la falta de planificación por parte de Netanyahu para implementar sus amenazas, hizo que la semana del 1° de julio no se materializara la anexión de Cisjordania, sin embargo, las próximas medidas que el gobierno israelí tome frente a la vida del pueblo palestino, seguirán apuntando a fortalecer su dominación sionista.
La historia del pueblo palestino desde hace más de 50 años, es una historia de permanente lucha antiimperialista; la masacre de miles de palestinos para desplazarlos de sus tierras y el exilio forzoso de cinco millones que están refugiados en países limítrofes, como consecuencia de la fundación del Estado de Israel en 1948. Tras años de persecución, se dio la ocupación militar de la Cisjordania, en la que asentaron ilegalmente a miles de colonos sionistas violando los tratados internacionales, a lo que hay que sumar la conversión de la Franja de Gaza en un campo de concentración a cielo abierto. Las nuevas medidas son parte de una escalada que debe seguirse enfrentando en las calles del mundo con la solidaridad y perspectiva revolucionaria.