Pese a las restricciones sanitarias, el Magisterio Democrático Mexiquense (MMECRE) y veracruzano (MMPV), rompieron el silencio de las mesas de negociación nacional, y tomaron las calles para hacerse ver y ser escuchados. Con las medidas sanitarias necesarias accionaron la táctica de la CNTE (Movilización-Negociación-Movilización), tomando las calles e instalando un plantón indefinido en el Zócalo capitalino, el pasado 10 de septiembre.

La demanda es concreta: exigencia al gobierno de AMLO que cumpla la promesa de la mesa tripartita, la basificación de maestros interinos, recategorización de docentes, reconocimiento y expansión de grupos, reconstrucción de escuelas, seguridad social y pago de salarios atrasados. Estas demandas fueron planteadas en la Mesa de Incidencias desde que inició la negociación entre la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE y AMLO.

De forma coordinada, con los saludos solidarios y el respaldo de las secciones 40 de Chiapas, Sonora, Sinaloa y del Politécnico, con una marcha de pies cansados, los contingentes del MMECRE y MMPV instalaron el plantón indefinido en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, acción que tuvo como resultado el acuerdo de una mesa tripartita para cada contingente.

El 22 de septiembre, acompañados por los secretarios generales de la CNTE y con el acordonamiento del lugar de la mesa -edificio de la Secretaria de Educación Pública (SEP)-, los representantes del MMECRE y MMPV se reunieron con funcionarios federales y estatales, con quienes acordaron reunirse de nueva cuenta para dar respuestas a las demandas planteadas. Paralelamente, el contingente de la CNTE-Hidalgo, junto con los egresados de El Mexe, logran arrancar una reunión con funcionarios de la SEP para tratar la reapertura de El Mexe.

El accionar de estos contingentes emergentes no deja lugar a dudas: por encima de la inmovilidad impuesta por la pandemia, y la política desmovilizadora de la 4T, la unidad y la lucha de los contingentes de la CNTE pueden permitir alcanzar los objetivos con acciones nacionales coordinadas.

Sin embargo, sin una línea clara desde las estructuras de dirección política de la coordinadora, las acciones de los pocos contingentes movilizados pueden verse en el aislamiento o en la obtención de muy limitados resultados. Por lo tanto, es necesario que la Dirección Política Nacional de la CNTE asuma la conducción de la inconformidad del magisterio nacional estableciendo un Plan de lucha a partir de las acciones del MMECRE, MMPV y la CNTE-Hidalgo.

Estas acciones ponen en evidencia el incumplimiento de la 4T en la solución de las demandas magisteriales, pero también deja claro que los contingentes más pequeños no dependen de las secciones consolidadas, ni de los secretarios generales, sino más bien, de la correlación de fuerzas y las acciones en coyunturas específicas.

En este momento de la lucha magisterial, es urgente vincular el proceso de lucha al movimiento popular y movilizarse de manera unitaria en la siguiente jornada nacional de movilización en contra del presupuesto neoliberal para 2021 de la 4T, por un presupuesto popular que amplíe el gasto social y por justicia para nuestro pueblo en la Cámara de Diputados federal; al igual que se buscó salir de manera unitaria en la pasada jornada de lucha del 26 de septiembre.

La lucha por detener los megaproyectos que atentan contra la vida comunitaria y devastan los recursos naturales, y contra la destrucción del patrimonio cultural, sólo podrá lograr su objetivo con la unidad en la acción. Así lo ha demostrado la lucha de la CNTE durante sus 40 años de existencia.

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Por PCMML

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