En la pasada quincena se avalaron dos iniciativas de reforma de ley, una sobre la compra de divisas de Banxico (avalada por senadores) y otra sobre la intervención de las Agencias de Inteligencia de EU en México (avalada por diputados).

La primera fue aplazada por los diputados hasta enero para una supuesta “consulta” a los sectores involucrados y la población en general. El objetivo de acuerdo con los diputados y senadores de Morena (propuesta encabezada por Ricardo Monreal) es “garantizar el flujo de remesas en las comunidades que dependen de estas y acabar con los negocios ilícitos”, objetivo muy lejano de la realidad ya que obliga a que Banxico compre divisas de la banca nacional, inclusive si esta no pudo ofertarlos a nivel internacional (principalmente por no demostrar su origen lícito).

Para el Banco de México, el fenómeno de “acumulación de divisas en efectivo sin repatriación” no es nuevo en México, y no ve necesario involucrar al Banco de México pues de manera “natural” la demanda local de divisas agota dicha reserva. Se ha normalizado por Banxico que la banca privada mexicana sea la principal fuente que capta las divisas ilícitas (a través de turismo, remesas, o intercambio, etc) y en su contra-argumentación no establece mecanismo para evitar la compra y venta internacional ilícita de divisas. Pues aún es dudoso el origen “estandarizado” por bancos internacionales, como los paraísos fiscales en el caso relacionado con el panamá papers.

Esta reforma es empujada por la creciente y ahora legal oligarquía que controla los carteles de la droga en el país, y que prevé futuros escenarios de devaluación del peso mexicano, y de regulación financiera en la disputa de la DEA y el FBI por el control del cartel más poderoso en México (el de la 4T-CJNG), claramente fundido los intereses del narcotráfico con la banca privada nacional y con el gobierno (como el Banco Azteca, el principal agente dispersor de programas sociales de la 4T, que ha sido acusado por ser la lavadora oficial del país y HSBC sancionada por lavar en Latinoamérica).

Por otro lado, una desesperada “regla macroeconómica” de la 4T para impedir que los billones de dólares impresos en Estados Unidos a pretexto de la pandemia entren e intoxiquen la economía nacional, sobre todo ante la inminente prolongación de la depresión económica del 2021 y así Estados Unidos intenta reestablecer su hegemonía (tanto económica como militar en México) adicionando la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, donde se legalizan los agentes extranjeros en México “para el control del narcotráfico” siendo utilizados, como en su país, para la represión selectiva del movimiento social.

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Por PCMML

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