La Caravana del Sur, protagonizada por el movimiento Magisterial-Popular, con la Sección VII-CNTE-SNTE al frente, no solo empuja al conjunto de la CNTE a recuperar la lucha callejera, si no que en esta perspectiva sintetiza y nos convoca, al conjunto del movimiento obrero y popular y a los pueblos de México, a ordenar nuestra lucha de clases para confrontar, de manera ordenada y planificada, la economía política capitalista-imperialista-neoliberal gestionada por la 4T, que pretende salvar su modo de producción, explotación y opresión, y para ello seguir descargando todo el peso de la crisis y la pandemia, sobre nuestras espaldas.
Los forcejeos –estridentes, de comedias y anécdotas- entre las diversas fracciones burguesas en los medios de comunicación, la FGR, la Unidad de Inteligencia Financiera, el Poder Judicial de la Federación, el Congreso de la Unión, o en los órganos y tribunales electorales, por ejemplo; son señales, de los mínimos y máximos de los que cada fracción va a moverse hacia un acuerdo de toda la clase burguesa para arribar hacia todas las contradicciones “solucionadas”, de cara al proceso electoral 2021, el T-MEC y los acuerdos interimperialistas en curso a pactarse a finales de mayo de este año por el Foro Económico Mundial.
A estas contradicciones materiales obedece la composición del actual sistema de partidos electoreros y especialmente, la configuración de las listas de candidatos que se proyectan por cada partido y coalición, a los diversos cargos.
Así que la reaparición de personajes como Diego Fernández de Ceballos, Santiago Creel, Felipe Calderón y similares en el PRI, PRD, MORENA y los demás, no tiene como objetivo poner a sus “mejores piezas”, para defender los intereses de los trabajadores, las masas populares, los pueblos o la nación, sino para solucionar las contradicciones en favor de los intereses de su clase y de todo el modo de producción capitalista-imperialista, bajo la égida de la llamada 4T. Pues así lo han venido haciendo frente a la cuestión educativa, los nuevos megaproyectos de muerte, la política salarial, el outsourcing, la seguridad social, el pago de impuestos, en el caso del escándalo Odebrech, la “Reforma Eléctrica” y la continuidad de todas las contrarreformas neoliberales de Salinas a Peña Nieto.
De nuestra parte, el ejemplo de La Caravana del Sur y sus antecedentes entre otros sectores populares, debemos proyectarlos para consolidar el proceso de frente único de todo el pueblo por la revolución proletaria, en forma de Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México, en su doble carácter: como órgano de insurrección contra el régimen de la oligarquía financiera y como poder soviético de las amplias masas obreras, campesinas, indígenas, magisteriales, de jóvenes, de mujeres. Que los 150 años de La Comuna de París, el 10 de Abril y el 1· de Mayo sean abono en esta perspectiva.
Así está la lucha de clases por estos días.