En el marco de la jornada de lucha, Por los derechos de los trabajadores y los pueblos de México

Las huelgas estalladas en Sombrerete, Taxco y Cananea, el 30 de julio del 2007 simultáneamente, siguen ser resueltas a favor de los trabajadores. En todos estos años los gobiernos neoliberales han persistido en favorecer los intereses de los grandes capitales mineros, a quien representan y ejercen su dictadura a través del Estado mexicano burgués sobre la clase obrera, el proletariado y los trabajadores. En ese accionar de funcionarios y patrones, caso particular del Grupo México han torcido y quebrantado las disposiciones legales (Ley Federal del Trabajo) y han perfeccionado sus normas para mantener el socavón de la injusticia, conspirando siempre contra la fuerza de trabajo.

La violación a los derechos laborales, de seguridad e higiene, la negativa al derecho de huelga y libertad sindical, golpeteo a los Contratos Colectivos de Trabajo y a su propio sindicato, tolerar los crímenes industriales, daños al medio ambiente y recursos naturales, así como a la vida social de las comunidades, además de hacer uso de la represión policiaca y grupos de choque, paramilitares e incluso la participación de integrantes del Ejército para intimidar a los trabajadores; han sido los ejes del accionar estatal representado en el poder ejecutivo y a través la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de Gobernación, la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa)  y los empresarios mineros como el Grupo México y Germán Larrea.

Nada ha sido distinto con el Gobierno de AMLO y la 4T, los mineros tuvieron que acercarse al presidente para recordarle de la existencia de sus huelgas (porque en este país para las autoridades federales no hay huelgas, son inexistentes o ilegales), el cual solo instruyó a la titular del Trabajo, en julio de 2019, y al de Gobernación, en enero de 2022, para que realizaran lo necesario e instalaran una mesa de negociaciones entre las partes para resolver el ya añejo conflicto laboral. El empresario Germán Larrea sin más se negó a participar, quedando en el olvido de los funcionarios.

El 14 de agosto de 2020 el Presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que aprovechará su “buena relación” con el senador y líder minero Napoleón Gómez Urrutia, y con el dueño de Grupo México, Germán Larrea Mota Velasco, para buscar una solución a la huelga en las minas de Taxco, Guerrero; Sombrerete, Zacatecas y Cananea en Sonora propiedad del magnate. Como si el problema solo se tratara con buenas relaciones públicas y de “cuates” apartado de la legalidad, sin aplicar la ley. Durante todo este tiempo ha sido misma política neoliberal sesgada a favor del Grupo México para tratar los asuntos laborales que afectan a los principales productores de las riquezas: los mineros.

Con el afán de acrecentar sus fortunas el Grupo México poco le han importado los derechos de los trabajadores, su seguridad e higiene, larga es la lista de accidentes y fallecimientos de mineros por cáncer, con padecimientos de silicosis y tuberculosis que la empresa ha ocasionado siendo cómplices los diferentes niveles de autoridades que le han permitido evadir las consecuencias legales. Pese al tiempo transcurrido, la extracción de los metales preciosos y el mal manejo de residuos han dejado secuelas en el medio ambiente, la contaminación de aguas y ríos; y la salud de los habitantes de las comunidades afectadas con plomo en la sangre y enfermedades cancerígenas.

La empresa y el gobierno siempre le apostaron a la inanición del movimiento huelguístico con la muerte de los mineros por vía natural ante el desgaste de su lucha desmovilizada  y la agresividad patronal y del Estado.  Pero el derecho a la huelga se defiende en los hechos, la lucha sigue,  las demandas centrales están planteadas donde se incluyen el pago de salarios, que el Grupo México cumpla con lo establecido en los Contratos Colectivos de Trabajo, como las garantías de seguridad, el rescate de los 63 mineros que quedaron atrapados en la mina Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila, entre otras y de los recientemente mineros atrapados en otra mina en Coahuila, que muestran que con el Gobierno de la 4T, las cosas siguen igual o peor.

El retiro de las concesiones al Grupo México debe ser inmediata, la reforma a la Ley de Minería, es algo necesario; no puede ser que una tercera parte del territorio nacional esté concesionada y la soberanía del país amenazada por la oligarquía financiera imperialista; donde a pesar de la pandemia del Covid-19 los tres hombres más ricos del país, que son del ramo minero, incrementaron sus ganancias enormemente: Grupo México, de Germán Larrea; Grupo Frisco, de Carlos Slim y Peñoles; los mineros transitan en la precariedad salarial y la explotación salarial, la inseguridad en el trabajo.

Las luchas obreras, de los mineros en la Ciudad Proletaria de Lázaro Cárdenas, Michoacán, cómo la del proletariado  agrícola, del Valle de San Quintín, Baja California;  las de las y los proletarios de Matamoros, Tamaulipas; la de las y los proletarios de las Telecomunicaciones-STRM; O de las y los trabajadores de SUTNOTIMEX, con 900  días de heroica e Histórica Huelga, son ejemplo de cómo debemos avanzar en nuestra lucha de clases y  por nuestra emancipación.

En esta lucha de clases los intereses de la clase obrera minera vencerán en la medida que se movilice unitariamente con el conjunto del movimiento obrero popular actual, abone en la construcción de la Central Unitaria de los trabajadores, demos pasos prácticos y concretos hacia nuestro poder soviético de masas hacia la victoria de nuestra Revolución Proletaria.

El Partido Comunista de México Marxista Leninista se solidariza con la causa de los trabajadores mineros.

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Por PCMML

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