Demonstrators protest during a demonstration in support of human rights and democracy in Peru, held at the Puerta del Sol in Madrid. May 29, 2021 Spain (Photo by Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images)

El continente no ha estado exento de la depresión, la guerra y la inflación que priva en el resto del mundo.

Según la CEPAL, el continente tuvo una contracción económica en 2020, del 6.8%. Para el 2021 llegaría a 5.9% y 2.9% en 2022. Un dato importante a destacar es que la tasa promedio de crecimiento entre 2014-2019 fue de 0.3%, muy bajo respecto al 0.9% en tiempos de la Primera Guerra Mundial y de 1.3% en tiempos de la Gran Depresión, de 1929.

La región del continente ha tenido una caída progresiva en la inversión, en 2020 fue de 17.9%, la más baja en las últimas tres décadas. En 2020 se presentó la mayor crisis del mercado laboral en la región, el número de ocupados cayó 9%.

El Banco Mundial afirman que “La crisis sanitaria tendrá un impacto de largo plazo sobre las economías de la región y aún se enfrenta a importantes incertidumbres como la aparición de nuevas variantes del virus, la inflación mundial y la guerra en Ucrania”.

El PIB regional en 2022 será 2.3% y en 2023, 2.2%. Afirman que “Las secuelas de la crisis del Covid-19, llevarán años en desaparecer … si no se toman medidas para crecer”. El empleo cayó un 20% en 2021, según las mismas fuentes.

La ONU, reconoce que la recuperación económica después de la pandemia “pierde fuerza por el resurgimiento de debilidades estructurales”. Persisten la baja en la perspectiva laboral, la cadena de suministros y la creciente inflación.

Sus proyecciones para: 2022 crecer 2.2% y 3.5% en 2023.

Y lo mismo, según ellos, la pandemia seguirá representando el mayor riesgo para la recuperación. “Hay grandes disparidades en la aplicación de las vacunas”, que según sus valoraciones eso ayudó a una rápida recuperación, porque “los gobiernos suavizaron las restricciones y reabrieron sus economías”.

En la región se toman medidas monetaristas y fiscales desde los bancos. Seguirán subiendo los tipos de interés los bancos centrales para controlar la inflación. La oligarquía y el imperialismo se aplican en las medidas antiinflacionarias contra los trabajadores.

Las perspectivas a corto plazo serán favorables para América Central y el Caribe, por el turismo, según las mismas fuentes.

“En la mayoría de los países, las tasas de desempleo siguen siendo significativamente más altas y las tasas de participación más bajas que antes de la pandemia. Los jóvenes, las mujeres y los trabajadores con menor nivel de formación han sido los más afectados por el deterioro del mercado laboral, y el empleo informal representa una gran parte de los puestos de trabajo creados durante la recuperación”. Esto lo afirma la ONU.

Al igual que los otros organismos internacionales afirman que la pandemia “empujó a millones de personas al paro y la pobreza”.

1.7 millones de persona “han muerto por Covid-19”, hasta junio de 2022.  (Fuente: estatista de internet).

De la misma fuente, según sus datos del 3 de enero de 2022, Ecuador es uno de los países que tiene el más alto salario mínimo de América Latina. La lista está de mayor a menor en dólares: Ecuador: 425 dólares, Chile: 411; Panamá: 365; México: 256; Colombia: 244; Perú: 23; Argentina: 233; Brasil: 214; Venezuela: 2.

Hasta el 2020, 37% de la población vive en la pobreza en América Latina y el Caribe y 12.5% en pobreza extrema.

En 2020-2021 se presenta una nueva crisis que este 2022 es superada por una leve recuperación, que más bien es una depresión económica, que mantiene estancado el crecimiento por debajo de los niveles de los años 2007-2009.

La depresión económica, la creciente inflación, la guerra en Ucrania agudizan la situación actual en la región que aproximan cada vez más a una nueva crisis económica aquí, como en el mundo.

Ante este escenario el movimiento de masas va recuperando las calles, la carestía de la vida, el alza de las mercancías, los planes antinflacionarios, las medidas monetaristas, están empujando a rechazar más acciones que laceran la de por si golpeada vida de los trabajadores.

Muchos movimientos que perdieron continuidad con la pandemia, reaparecen con nuevos aires y en la misma ruta de resistencia y lucha contra el neoliberalismo.

De allí se destacan las luchas de Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Haití, Panamá, etc., que han echado abajo medidas alcistas en los precios de los combustibles, la canasta básica, etc., y los que han obtenido resultados electorales importantes que han colocado presidentes de la república, que constituyen avances en la lucha democrática y revolucionaria de América Latina y el Caribe.

Esta tendencia de ascenso del movimiento va tomando fuerza y debemos aprovecharla para llevar a nuevos estadios la lucha del proletariado.

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Por PCMML

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