El próximo año esta visualizado como el gran escenario pre-electoral y desde ahora en las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México ya se alistan las condiciones para garantizar, que gran parte de las acciones tengan el fin de convertirse en instrumento de campaña, por lo que la Dirección de administración de personal, donde se instrumenta la política laboral del sector público prepara el escenario para que los derechos de los trabajadores, que hasta hoy han sido violados de manera sistemática, sean pues, el modo propagandístico de la figura de la que hasta ahora esta apuntada como la “corcholata” mejor posicionada del Partido que gobierna, Claudia Sheinbaum.

     Pero no vaya usted a creer que se trata de garantizar los derechos laborales, en realidad se trata de simulaciones de que se “preservan los derechos”, pues en realidad se trata, de barnizar algunas cosas, pero que en el fondo todo siga igual.

     Así están preparando el escenario para que parezca que la actual jefa de gobierno realmente “tiene interés en los problemas de los trabajadores”, y que “haciendo un máximo esfuerzo logra” satisfacer viejas demandas de la base trabajadora, sin embargo, simularán que se está atendiendo, pero en realidad sólo se maquillan algunas cosas, así el problema que encierra la estabilidad plena de los trabajadores solo será el eslogan publicitario.

     Tal vez de los movimientos que se prevén en esa dependencia es el de la aplicación de “dígitos sindicales”, lo que garantiza el disfrute de prestaciones laborales consagradas en las Condiciones Generales de Trabajo, pero sus limitantes ya se ven desde ahorita que no van a abarcar mucho en ese sentido, pues lo que se analiza es cómo podrán abrirse un programa para aplicarlo de acuerdo a la antigüedad de los trabajadores, que comprueben ser de base y no tener ese concepto, situación dicen ellos (los de gobierno) que es un acto de justicia.

     Así, lo que realmente se está impulsando, es cómo los derechos laborales son de utilidad electoral que para esta fracción de la socialdemocracia, sin importar lo que verdaderamente representan para los trabajadores. Porque la necesidad de la base será el verdadero juego del proceso electoral.

     Olvídense de la regularización de niveles salariales irregulares, o de salarios dignos, del reconocimiento de la antigüedad o de tabuladores de salarios paralelos, o incluso de contratos de trabajo precarios, o de la existencia del outsourcing, todo eso es ahora un panfleto para la carrera electoral. ¡Ni más ni menos!

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Por PCMML

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