A la par del abandono, desatención e intento de cooptación del Gobierno de la 4T hacia las comunidades Wixaritari, se da una utilización de la imagen de los pueblos como los legitimadores de este gobierno, planteando en el discurso, que “ahora si se está atendiendo a los pueblos”, se les está “consultando”.

El resultado del “Plan de Justicia Wixárika”, es un listado de solicitudes y dependencias que pueden darles salida, aun si se cumplieran, se limitan a infraestructura básica, proyectos productivos limitados y apoyos económicos a las autoridades locales, todo al estilo asistencialista y paternalista de siempre, también existen graves vicios ideológicos por parte de las autoridades comunitarias que si bien impulsan las demandas de los pueblos, la mayoría no se salvan de la cooptación ya sea de Morena o de Movimiento Ciudadano, partido que posee la gubernatura de Jalisco, la concepción tendenciosa de “autonomía” de los pueblos originarios, principalmente de las autoridades cooptadas, que si bien mantienen formas de organización política que son un ejemplo para la clase trabajadora, mantienen una contradicción; en lo productivo han caído en el juego del sistema, la economía es familiar o individual, pero nunca “colectiva” como lo era antes de la llegada de los españoles, lo que permite una mayor influencia de grupos religiosos, partidos electorales y gobierno para dividir a la comunidad y manejarla a su antojo, partiendo del tema monetario e ideológico, lo que le permite a éstas mafias levantar y contener el movimiento indígena a gusto, evitando que los pueblos lleven a sus últimas expresiones la necesidad de la emancipación como pueblos originarios y en primer lugar como trabajadores.

Pero éstos elementos no deben llevar a desacreditar la lucha del pueblo Wixárika, sino a tener claras las condiciones en que dan la pelea, que la cooptación del Estado no se debe a una “corrupción moral” llanamente como maneja el moralismo burgués, sino que ante el abandono permanente tienen que alinearse con uno u otro grupo que les permita una mayor facilidad de solucionar su situación económica y que a la vez, nunca han tenido una visión de aspirar al poder como sector, y mucho menos de clase, en el mejor de los casos hay expresiones del zapatismo en la región, pero su accionar es mínimo y poco han podido hacer como contrapeso a las dinámicas entreguistas de algunas autoridades, incluso en lo que respecta a la disputa de cargos tradicionales.

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Por PCMML

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