El día 5 de abril más de 400 obreros de Altos Hornos de México (AHMSA) bloquearon por más de diez horas la carretera federal 57 en el Municipio de Castaños en Coahuila. El bloqueo se debió a que los trabajadores no habían recibido su salario por más de dos semanas; tampoco se les había entregado el fondo de ahorro que debieron haber recibido desde diciembre del año pasado. Para llevar a cabo la protesta, los obreros prendieron fuego a llantas de tráileres con las que cerraron la circulación en ambos sentidos de la carretera hasta que la empresa se comprometió a liquidar inmediatamente los adeudos. El jueves 6 de abril fueron pagados los salarios de los trabajadores.
La retención de al menos una quincena de sueldos afectaba a cerca de ocho mil trabajadores afiliados al Sindicato Democrático de Trabajadores Mineros.
En el marco de la reestructuración neoliberal y como parte de la entrega al capital privado de más de mil cien empresas públicas durante las dos últimas décadas del siglo XX, AHMSA había sido privatizada en 1991 durante el sexenio de Salinas de Gortari. Con ello se profundizó el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo para los obreros que ahí laboraban. El principal accionista de la empresa Alonso Ancira enfrenta un proceso penal por sobornar con 3.5 millones de dólares a Emilio Lozoya exdirector de PEMEX para que la paraestatal comprara una planta de fertilizantes con un sobreprecio de 200 millones de dólares.
La lucha de los obreros se extendió a los trabajadores de confianza de AHMSA, quienes el 10 de abril se manifestaron afuera de la planta de Monclova para exigir el pago de sus salarios, vales de despensa y fondo de ahorro. Posteriormente marcharon a la Junta de Conciliación Laboral en Moclova, donde anunciaron que interpondrán una demanda contra la empresa.
El 11 de abril la empresa anunció que despedirá acerca de tres mil trabajadores. Ante esta situación se hace necesario elevar las formas de lucha de los trabajadores, avanzar a la más amplia unidad de la clase obrera, no sólo por reivindicaciones económicas, sino en la perspectiva de sepultar el régimen de la explotación asalariada. Dentro de un sistema basado en la propiedad privada de los medios de producción no hay solución plena a los problemas que enfrenta la clase trabajadora. Sólo con la revolución socialista, la dictadura del proletariado y la edificación del comunismo se liberará la clase obrera del yugo explotador.