En medio de un contexto internacional marcado por el resurgimiento del fascismo y el dominio imperialista, nueve organizaciones juveniles se reunieron en el VIII Campamento Nacional de la Juventud Antifascista y Antiimperialista. Este evento, celebrado los días 16 y 17 de diciembre en la comunidad

de Cuajilote, Oaxaca, se erigió como un bastión de resistencia,  reflexión y lucha para enfrentar los embates que amenazan los derechos de la juventud y el pueblo en general.

La convocatoria del campamento surgió como continuidad de los campamentos internacionales y nacionales que hemos realizado y como respuesta a la creciente presencia de grupos ultraderechistas en México y el mundo, evidenciando la urgencia de enfrentar la criminalización de la juventud, los actos de violencia contra luchadores sociales y las secuelas de la crisis general del sistema capitalista-imperialista y la crisis económica que agudiza la explotación y el encarecimiento de la vida.
En este encuentro, el primer día se nutrió con debates esenciales. La mesa central abordó la defensa de la educación pública y los movimientos estudiantiles, presentando las valiosas experiencias del reciente paro estudiantil en la Universidad de Guadalajara. Además, se ilustró la historia y relevancia de las luchas de las normales rurales, enriqueciendo el diálogo con voces representativas como la de la Normal Rural de Tenería.

El segundo día del campamento fue una jornada diversa. La mesa central trató la imperativa unidad antifascista y antiimperialista. A su vez, mesas simultáneas exploraron el arte como herramienta de resistencia, la lucha incansable de la mujer en México y la defensa vital del territorio, los recursos naturales y la perspectiva frente al cambio climático producto de la voracidad capitalista.

El programa incluyó intervenciones musicales, actividades recreativas y una variedad de talleres artísticos y creativos, como serigrafía, lirica, grabado y dibujo. Estos momentos fortalecieron lazos, inspiraron la creatividad y fomentaron habilidades clave para la expresión y la militancia juvenil.

En el cierre del campamento resonó un mensaje claro y contundente: la necesidad de continuar organizados/as y unidos/as frente al fascismo y al imperialismo. Este llamado a la acción colectiva resaltó la importancia de mantener una resistencia cohesionada, donde la juventud tenga un fuerte compromiso en la construcción de un mejor futuro.

El Campamento Nacional de la Juventud Antifascista y Antiimperialista en el Cuajilote no solo fue un evento de reflexión y aprendizaje, sino un espacio vital para fortalecer la solidaridad, la conciencia y el compromiso con la causa común. La lucha continúa y, con la juventud unida como motor de cambio, se traza un camino hacia un mundo libre de opresión y explotación.

El compromiso asumido en estos días deberá reflejarse en acciones concretas y conjuntas que permitan hacerle frente al escenario nacional e internacional.

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Por PCMML

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