Este 2025 el desamor a la autollamada cuarta transformación se está acentuando, ahora es con la censura a las críticas a los gobernantes morenistas, como también lo mostró la huelga nacional magisterial que hizo más patente las políticas de continuación neoliberal del Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Los índices de violencia que crecen sin control en el norte, en el sur y en la capital del país, que cada vez es más notorio, se suma a la pérdida de credibilidad y al descaro de los políticos al servicio de la burguesía, muestra que cada día que pasa están más lejos del pueblo y más cerca de los empresarios y de los grandes capitales.
Las prácticas de censura de los gobiernos de Morena a las voces críticas que señalan y denuncian los excesos de la autonombrada cuarta transformación. En Sonora el caso de Karla Estrella, quien en redes sociales
escribió sobre el berrinche que hizo el Diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna y Presidente de la Cámara e Diputados, para que le dieran una candidatura a su esposa. Por dicho motivo, el Tribunal Federal Electoral la condenó a recibir cursos de estudios de género, pagar una multa y pedir una disculpa diaria durante un mes.
Otro ejemplo es el de Jorge González; publicó críticas al gobierno estatal, lo que provocó que la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores, lo acusará de haber incitado al odio y a la violencia, dio como resultado que la Jueza de Control Guadalupe Martínez Taboada lo sancionara con una multa de dos millones de pesos y le prohibió ejercer el periodismo durante dos años. También en Veracruz hubo una situación donde Ángel Camarillo expone más de una decena de casos de vínculos familiares entre funcionarios y candidatos municipales en Veracruz, incluyendo el caso de la entonces candidata a alcaldesa de Teocelo, hija del alcalde en funciones, por lo cual el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impuso sanciones al periodista veracruzano por presunta violencia política de género. Y así se podría seguir, porque la lista es larga y podría crecer demasiado, señalando la censura que imponen los gobiernos de Morena a los periodistas que se atreven a denunciar los trapitos de la 4T. Hoy más que nunca, disentir es un acto de valentía y defender la crítica, la obligación del proletariado.