Por presuntos actos de corrupción desde el año 2016, se inició una averiguación en contra de Raymundo Collins, toda una joya de la corrupción nacional. Mismo que fungiera en el 2002 como Subsecretario de Seguridad Pública en el Gobierno de AMLO, como director de la Central de Abastos en el Gobierno de Marcelo Ebrard y como director del Instituto de la Vivienda (INVI) de la Ciudad de México (CDMX), en el Gobierno de Miguel Ángel Mancera. La demanda específica es en relación con la gestión y pago de un contrato de incorporación de un predio en Paseos de los Olmos en la Alcandía Álvaro Obregón y no fue sino hasta diciembre del 2019 que dicha demanda procedió. Sin embargo, fue más rápido que el acusado interpusiera un juicio de amparo y que el juez determinaría que el delito del que se le acusaba fuera declarado como prescrito.
Junto a Raymundo Collins hay otros tres funcionarios del Gobierno de Miguel Angel Mancera, que están vinculados a proceso, pero también en estos casos continua libres, éstos son Edgar Tungüi, ex Comisionado para la Reconstrucción y Obras, Felipe de Jesús Gutierrez, el responsable de Desarrollo Urbano y Vivienda, Miguel Ángel Vázquez Subsecretario de Administración y Capital Humano. Esta es una derrota más para la justicia y la verborrea de la 4ª T, en relación con el combate a la corrupción y el discurso de la Jefa de Gobierno que se proponen acabar con ella, pero son incapaces de castigarla.
Sin duda, estos eventos dejan claro que la impunidad prevalece en el nuevo gobierno y como consecuencia la invitación a seguir delinquiendo, hasta ahora la Procuradora General de Justicia de la Ciudad de México no ha explicado de qué manera podrá seguir el proceso contra Collins. Este caso se suma a todos los demás casos de impunidad, desde lo que se conoce como la Guerra Sucia hasta Ayotzinapa.