El planeta, está preñado de lucha de clases proletaria y de los pueblos.
Las crisis económicas, la crisis sanitaria y la guerra imperialista han arrojado sobre nuestro libro de historia universal y de cada país, que cualquiera que sea el partido que gobierna desde los palacios, quienes pagamos los platos rotos somos los trabajadores, las amplias masas populares y los pueblos.
Por eso, desde el propio corazón de los países imperialistas, hasta las aldeas más remotas de la periferia capitalista, se van construyendo -aquí y allá- pequeñas, pero combativas demostraciones que avanzan hacia confrontaciones de mayor calificación programática y organizativa.
En México, desde las movilizaciones estudiantiles de normalistas, universitarios y de secundaria; pasando por movilizaciones y huelgas de trabajadores de la educación, básica, de bachillerato, universitaria y tecnológica; usuarios de la energía eléctrica; solicitantes de vivienda; trabajadores del transporte; vendedores ambulantes; campesinos; indígenas; defensores de derechos humanos; periodistas; víctimas de la violencia; feministas, etc., hasta huelgas y demostraciones de sectores estratégicos de la clase obrera como electricistas, minero-metalúrgicos, automotrices, telefonistas, jornaleros agrícolas, de las maquiladoras, pilotos de la aviación, jubilados y pensionados…
Y en todas estas movilizaciones y demostraciones, el grito común es: ¡Ni una lucha aislada más…gobierne quien gobierne, los derechos y las conquistas se defienden!
Todos, platicamos de que debemos de encontrar de manera colectiva, los caminos y las acciones ciertas que nos permitan calificar de manera positiva y contundente nuestra lucha de clases. Recuperar y actualizar el Proyecto Alternativo de Nación de los trabajadores del campo, la ciudad, el mar y el aire y construir una fuerza política, moral, ética y organizativa, que, con una táctica y estrategia científica, enfrentemos -con todas nuestras formas de lucha y organización- la ofensiva que los patrones, los capitalistas y los gobiernos de continuidad neoliberal, vienen avanzando contra nuestras conquistas y derechos; contra nuestras condiciones de vida, de trabajo y estudio.
De avanzar, hacia un Diálogo Nacional desde el proletariado, las amplias masas populares y los pueblos de México para ordenar nuestro programa, organizar nuestras fuerzas y defender nuestras conquistas y derechos y alcanzar los cambios y transformaciones en nuestro favor y en favor del país, la nación y la naturaleza.
Así está la lucha de clases por estos días.