Las principales agroindustrias en México y la privatización de la propiedad agraria

A través del desarrollo de la industria del campo mexicano se ha impuesto un régimen más de explotación del campesino pobre. Nos referimos al despojo de las tierras ejidales y comunales de manera directa (políticas de precios, venta y privatización e invasión directa) y de manera indirecta (a través de la renta de grandes extensiones ejidales donde se planifica la producción, distribución y venta de los cultivos por parte de las grandes transnacionales). Para finales del 2017 quedaron dentro de las primeras 50 empresas más ricas de México agroindustrias como Alfa, Grupo Bimbo, Coca Cola FEMSA, Grupo Modelo y Gruma, las cuales históricamente han representado y protegido los intereses de la oligarquía internacional coludidas con el Estado mexicano. Tal hecho se demuestra con los favores políticos de grupo Alfa para colocar a Meade en la presidencia, la gran inversión privada y estatal en una octava planta cervecera del Grupo Modelo en Actopan Hidalgo. Esto sin contar el hecho de que cada año acaparan alrededor del 70% del presupuesto para el campo debido a las jugosas prácticas de acaparamiento de granos y la dirección de las principales cámaras comerciales de productos agropecuarios. Con vísperas de las elecciones del 2018, el despojo de las tierras se ha acentuado de manera abierta en un pacto para acrecentar la acumulación del capital en el agro. Esto se ve en los hechos ocurridos en la fraudulenta compra de predios en Chimalhuacán para la creación del nuevo aeropuerto (NACIM); el despojo de comunidades en Palanachi, Chihuahua o en la intervención de grupos paramilitares apoyados por el gobierno mexiquense para despojar a los campesinos de la comunidad de Salazar en el Municipio de Lerma. Ahora, la tarea de organizar el Frente Único es más vigente que nunca, solo organizando al campesino pobre podremos juntos luchar contra la reacción militar a vísperas del próximo proceso electoral.