En los últimos años la calidad de la atención médica en México es cada vez más deficiente. Las instituciones como el IMSS y el ISSTE, tienen menos recursos, cada vez hay menos medicamentos, la espera para la realización de estudios o para recibir tratamientos médicos o quirúrgicos es mayor.

La subrogación de servicios ante la ineficiencia y la falta de recursos de las instituciones públicas ha dado lugar a que la iniciativa privada haga negocio con los servicios que debiese brindar el Estado a un menor costo y a que los funcionarios públicos hagan grandes fraudes con los escasos recursos que los gobiernos neoliberales destinan a la salud. Por otro lado, la pauperización del trabajo, hace que cada vez una menor proporción de trabajadores y sus familias cuenten con acceso a servicios médicos como una prestación laboral.

El Seguro Popular, presume de tener una cobertura de un poco más de 6 millones de mexicanos, sin embargo, este sistema sólo atiende una lista de padecimientos frecuentes que tienen un bajo costo de atención, de tal forma que cuando alguien se enferma de alguna condición que está fuera del catálogo de servicios no recibe atención médica.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación, durante el año 2016, el 15.5 % de la población mexicana no tenía acceso a ningún servicio de salud. Este porcentaje es el mismo que Miguel de la Madrid reportó en su Informe de Gobierno en 1984, de tal manera que no se ha mejorado en nada la cobertura, mucho menos en la calidad de la atención médica.

Finalmente, el gobierno neoliberal hizo noticia de que la inversión pública en el Sistema de Salud Mexicano había aumentado de 2.4% a 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2003 y 2013. Pero para el 2018, sólo será del 2.5%. Es decir que nuestra salud será cada vez más precaria, en relación a Estados Unidos que gasta 9 mil 892 dólares percápita al año; Corea del Sur, 2 mil 729; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en promedio, 4 mil 3 y México sólo gasta mil 80 dólares percápita al año en salud. Esto ha sido también gracias a Meade.

Este artículo es parte del Vanguardia proletaria No. 520 del 15 al 31 de enero de 2018.

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Por PCMML

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