La CNTE en Sinaloa, el Consejo de Unidad Ciudadana (CUCS), y el Frente Popular Revolucionario (FPR) nos manifestamos en días pasados clausurando simbólicamente las instalaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Sinaloa debido a que ha resultado ser sólo un aparato institucional al que se destinan más de 20 millones de pesos y que no cumple con sus funciones de defensa de los derechos humanos.
Ha sido cómplice de funcionarios corruptos y se hace de la vista gorda para no emitir recomendaciones, ejemplo de ello es el caso de los compañeros que fueron sacados del Congreso por diputados priístas, por manifestarse; o el caso de 7 maestras que se encuentran con pago retenido de su salario por manifestarse en contra de la mal llamada reforma educativa y por simpatizar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y un sin fin de casos en los que dicha comisión ha guardado silencio. Es un secreto a voces que se ha alineado al ejecutivo estatal y lejos de proteger los derechos humanos de ofendidos protege a quienes los violan.
Es el caso de la Ley de Seguridad Interior que propuso el Ejecutivo federal, no hemos visto que se pronuncie esta comisión en contra de ella, esta Ley viola totalmente nuestra Constitución en sus Artículos 21, 29 y 129 y con ello los derechos humanos de la población, o por los agresivos aumentos a la tortilla, al gas LP y a la gasolina, vienen a ser políticas que de igual manera atentan contra el derecho a la alimentación de los mexicanos.
Debemos pensar seriamente entonces en la necesidad de organizarnos para crear organismos no gubernamentales en Sinaloa, que garanticen la defensa real de los derechos humanos, pues las que existen evidentemente se han alineado a las esferas gubernamentales, urge organismos de verdad independientes del gobierno que levanten la voz, defiendan a los inconformes y emitan recomendaciones a los gobiernos para frenar el abuso de poder que existe en nuestro estado, son pocos los organismos de derechos humanos que existen y su actuar ha sido muy limitado en Sinaloa.
Este artículo es parte del Vanguardia proletaria No. 520 del 15 al 31 de enero de 2018.