Con lo sucedido hoy en Venezuela, por el intento de golpe de Estado auspiciado por el imperialismo norteamericano, es importante considerar algunas cosas. El pueblo venezolano, durante las últimas décadas, ha luchado por sacudirse, de una vez por todas, del imperialismo golpeando a una fracción rapaz, los Estados Unidos.

Esta lucha encarnizada ha provocado que al frente del pueblo venezolano se ponga una fracción que se reivindica de izquierda pero que, a la postre, ha generado acuerdos con otra fracción del imperialismo encabezada por los chinos y los rusos.

Esas fracciones imperialistas, que se encuentran en constante disputa por el mundo, han demostrado que no tienen el mínimo interés de resolver las demandas de los pueblos, menos el del pueblo venezolano. El régimen bolivariano ha sido blanco del golpeteo del imperialismo norteamericano y este se ha refugiado en los brazos del imperialismo ruso-chino. Las masas trabajadoras han defendido su interés de decidir por sí mismo el rumbo de sus destinos. Sin embargo, el régimen de Maduro, en lugar de asirse a las masas, ha tambaleado declarando extensos llamados a la paz que no son otra cosa que la expresión titubeante de un régimen que no tiene interés en acabar de fondo con la desigualdad social y destruir de una vez por todas el sistema capitalista, responsable de la miseria que se vive, no solamente en Venezuela sino en diferentes partes del mundo.

Las fracciones imperialistas pretenden repartirse Venezuela, cómo lo hacen en Siria y Libia para explotar sus recursos energéticos y generar más guerra, hambre y miseria. Es allí donde las masas trabajadoras, la clase obrera, el campesinado pobre y los sectores populares deben rebasar las posiciones conciliadoras y asumir en sus manos la lucha frontal contra el imperialismo, no solamente el norteamericano, sino toda expresión imperialista que intente someter bajo su yugo a los pueblos.

De manera abierta, los esbirros del imperio norteamericano han llamado a derramar la sangre del pueblo venezolano. La única salida para éste será la organización y la lucha revolucionaria en las calles, para defender su soberanía y libertad, por el socialismo científico y el comunismo, única solución de fondo en Venezuela al sistema capitalista.

Si el régimen venezolano tiene interés en defender a su pueblo del imperialismo debe actuar con firmeza organizando y armando a la clase obrera y al pueblo para enfrentar todo los intentos de sumisión que vienen dictados desde Washington y pretenden ahogar en sangre las ansias de revolución el pueblo venezolano. Cualquier otra cosa, cualquier llamado a la paz por parte del régimen de Nicolás Maduro significa su entrega a una fracción del imperialismo y, por tanto, una traición a la lucha heroica que se desarrolla en las calles por la defensa de los intereses de proletarios venezolanos, pero también de América Latina y el mundo.

¡Viva el proletariado venezolano revolucionario!

¡Muerte al imperialismo!
Partido Comunista de México (marxista-leninista)
Frente Popular Revolucionario
Unión de la Juventud Revolucionaria de México

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Por PCMML

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