Ulises Ruiz demandado ante la Corte Penal Internacional

Debe ir a la cárcel directamente por sus crímenes políticos: movimiento social

El ex mandatario oaxaqueño, los ex presidentes del país Vicente Fox y Felipe Calderón fueron acusados de crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional (CPI) por parte de víctimas de agresiones durante la insurgencia popular del 2006-2007 en Oaxaca.

Los que han interpuesto la denuncia son Emeterio Marino Cruz, Germán Mendoza del Frente Popular Revolucionario, Cesar Mateos y Flavio Sosa de Comuna Oaxaca; quienes acompañados por el ex titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) Arturo Peimbert entregaron en la Haya, Holanda un expediente que consta de mil 600 hojas, que contiene información de 30 ejecuciones extrajudiciales, 311 detenciones arbitrarias, 248 casos de tortura y dos desapariciones forzadas.

La Corte Penal Internacional es un organismo que es reconocido por diversos países miembros de la Organización de Naciones Unidas que aceptan los Estatutos de Roma, texto redactado en Italia en 1998 como documento que rige y da vida a la Corte Penal Internacional (CPI), países como Israel, Estados Unidos y China no le dan validez a este organismo.

Aunque el 6 de mayo se presentó el caso ante la fiscalía de la CPI, esto no significa que la fiscalía vaya a aceptar abrir el caso para investigación; al menos en México existen otros 6 casos que la CPI mantiene en revisión. Esta primera acción es denominada como primera comunicación.

Es cierto que Ulises Ruiz, Felipe Calderón y Vicente Fox deben pagar sus cuentas pendientes con el pueblo de Oaxaca, la denuncia internacional reabre una herida de las víctimas y participantes en las manifestaciones del 2006-2007, pero esto no es suficiente, sin embargo, es un paso que hay que fortalecer con la denuncia permanente.

La Corte Penal Internacional se presenta como un escaparate para denunciar a estos criminales, pero es sumamente complicado que el hecho de la denuncia ponga a estos sátrapas en la cárcel, en necesario exigir al Estado mexicano que retome el caso para fortalecer la vía jurídica, reorganizar la lucha con las víctimas y llamar al movimiento social a organizar acciones para estar más cerca de la justicia anhelada.

De mientras Ulises Ruiz sigue en la disputa por la dirigencia del PRI y se carcajea de la denuncia internacional en su contra, se piensa poderoso, pero el pueblo debe demostrarle lo contrario.

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