Mientras los oligarcas y sus corifeos celebran con bombo y platillo el primer año de gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación e intentan proyectar un rostro triunfalista, diversos indicadores políticos, económicos y sociales rondan el sueño de los explotadores y amenazan con convertirse en una brutal pesadilla.
El estancamiento económico y la tendencia hacia una crisis de mayor envergadura, los altos índices de inseguridad y violencia que colocan a 2019 como el año más violento de la historia del país, las pugnas y disputas al interior de MORENA en el proceso para renovar a su dirección nacional, la agresiva campaña de los partidos del “Pacto por México” para reposicionarse de cara a las elecciones intermedias en 2021, entre otros, son consecuencia del carácter depredador del sistema capitalista y de las pugnas inter burguesas.
El circo montado a propósito del Primer Informe del gobierno de Andrés Manuel López Obrador pone en evidencia que la cacareada transformación se reduce a una mascarada con la que se pretende mediatizar el descontento popular frente a las nefastas consecuencias de las políticas neoliberales. El informe en sí no fue más que la repetición de la perorata demagógica cotidiana dictada desde el púlpito mañanero.
En los hechos, la 4a T sigue imponiendo medidas que dan continuidad y profundizan las políticas neoliberales; los acuerdos de López Obrador con la oligarquía financiera respecto a la inversión en la infraestructura geo estratégica y la distribución del presupuesto 2020, confirman la intención de militarizar el país para garantizar la hipoteca del territorio nacional y los intereses de los inversionistas nacionales y extranjeros.
En tanto que los “austeros” legisladores de la 4a T muestran su verdadera catadura y se asignan un aguinaldazo, el pueblo y la clase trabajadora tiene que conformarse con las migajas arrojadas como limosna a través de bonos y becas electoreras disfrazados como programas de asistencia social.
En el escenario internacional, el golpe de Estado en Bolivia y la derrota electoral del Frente Amplio en Uruguay dan cuenta de las limitaciones de los proyectos socialdemócratas. Por el contrario, los levantamientos populares en Ecuador, Chile, Haití, Colombia, Hong Kong, Cataluña, entre otros pueblos del mundo, nos señalan el norte inmediato de nuestra lucha.
Así, con un sentimiento de desencanto el pueblo de México se apresta a despedir un año para el olvido. Cada día, amplios sectores de la clase trabajadora se convencen que la única manera de despojarse de su situación de miseria y pobreza será aboliendo la explotación asalariada; por ello debemos seguir construyendo la Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México, con planeación y paciencia convenciendo a al proletariado de la naturaleza de este régimen.