La violencia reaccionaria (desapariciones, asesinatos, secuestros, asaltos, desplazamientos forzados, delincuencia organizada-paramilitarismo), que se ha desatado y agudizado desde el sexenio de Felipe Calderón, que ha convertido al país en un gran cementerio, es resultado, por un lado, de una política de fascistización que implementó la oligarquía financiera y el imperialismo (EE.UU., China, Rusia, etc.), en nuestro país para garantizar la gobernabilidad y la imposición de la política económica neoliberal destructiva para el proletariado mexicano y por otro lado, por el nivel de descomposición al que ha llegado el mismo capitalismo en esta etapa, derivado de su decadencia y agotamiento. Han instalado una especie de guerra interna donde mueren decenas de miles de proletarios, más que de los que mueren en conflictos como en Siria, Yemen, etc., que enfrentan guerras de invasión.

Esta violenta destrucción de la fuerza de trabajo del país, -que ya de por si es destruida con la explotación asalariada- que hoy enfrentamos, es una muestra contundente de que el capitalismo en su fase imperialista, en sus más de doscientos años de existencia, no garantiza la paz, el orden, la estabilidad, el progreso, la vida de los trabajadores mexicanos, incluso la existencia de la naturaleza, que ofrecieron en su origen, nacido de una revolución contra el feudalismo. Por el contrario, el capitalismo-neoliberalismo, ha dejado de ser un medio de existencia donde se desarrolle la humanidad trabajadora, sino un sistema de destrucción que está arrasando con todo a su paso; por eso desde nuestro nacimiento el 3, 4 y 5 de marzo de 1978 como Partido Comunista de México (marxista-leninista) hasta nuestros días planteamos y defendemos que el capitalismo e imperialismo serán destruidos, por la lucha de clases, entre patrones y trabajadores, donde los proletarios de manera consciente y organizada o sea los explotados y oprimidos, se reapropiaran de su naturaleza humana y la riqueza material de la que hemos sido despojados por los patrones, los capitalistas. ¡No llámanos a morir sino a defender y preservar la vida para y en libertad!

Los gobiernos que se han sucedido en el país, después de la revolución de 1910, como los sucesivos y recientes del PRI, el PAN, PRD y MORENA, han sido responsables e importantes sostenedores de esta deplorable situación que padecemos; los gobiernos del capitalismo han sido y serán incapaces de cambiar radicalmente las condiciones de vida que ellos han impuesto y erradicar esta violencia reaccionaria, con la cual se sostienen, como la tan señalada corrupción que dicen terminará en este gobierno, porque este sistema es por naturaleza corrupto y corruptor, porque vive a expensas de los que explota; porque corrompen y alienan con paliativos que desorganizan y desmovilizan la capacidad colectiva, la acción consciente de cambio de las masas trabajadoras, porque sostienen el individualismo separado del colectivismo, de la naturaleza social que tiene el ser humano.

A la violencia reaccionaria que ha desatado el sistema en nuestro país y en el mundo, para sostenerse, necesitamos oponerle la violencia revolucionaria de las masas trabajadoras explotadas, la milicia popular, mediante la organización y movilización callejera, el Frente Único de la clase obrera que organice una Asamblea del Proletariado y los Pueblos de México, que se convierta en espacio de discusión y toma de decisiones de los explotados, para imponerle a la burguesía las necesidades e intereses de la mayoría trabajadora, que mediante una Constituyente Democrática y Popular elaboremos una nueva Constitución con esos mismos objetivos, esto como pasos en la acumulación de fuerzas hacia la revolución proletaria-socialista, la dictadura del proletariado, la construcción del socialismo y el comunismo científicos.

En estos 42 años de lucha proletaria del Partido Comunista de México (marxista –leninista) mantenemos en alto el marxismo-leninismo, como la guía teórica y práctica para la emancipación de la clase obrera, las enseñanzas de Marx, Engels Lenin y Stalin, la lucha de los pueblos, como de revolucionarios y marxistas leninistas que han aportado en estos objetivos históricos de la humanidad proletaria. Seguimos combatiendo las concepciones ideológicas de la burguesía y pequeña burguesía que alejan o niegan a la clase obrera de la necesidad del Partido Marxista Leninista del Proletariado, a la clase obrera como sujeto revolucionario y a la violencia revolucionaria de las masas, como resultado de la lucha de clases, que no son una invención o una añoranza y que tarde o temprano se impondrán como parte del proceso histórico.

Estos grandes objetivos solo serán posibles si la clase obrera mundial actúa con unidad contra el imperialismo y la fascistización, contra las propias burguesías en sus países, desarrollando en Internacionalismo proletario y se organiza en una nueva Internacional Marxista Leninista, como lo estamos haciendo en la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas Leninistas (CIPOML).

¡Vivan nuestros camaradas caídos en combate!

¡Viva la lucha de la clase obrera mundial!

¡Viva la teoría y acción revolucionaria del proletariado, el marxismo leninismo!

¡Por el Frente Único Antimperialista y Antifascista Mundial!

Revolucionariamente

¡Proletarios de todos los países, uníos!

42° aniversario

del

Partido Comunista de México (marxista-leninista)

Marzo de 2020

 

Comparte en tus redes sociales

Por PCMML

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *