El 30 de mayo de 2020, el Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAA), y el Congreso Nacional Ciudadano, salieron en caravanas de autos, en varias ciudades de México, según ellos en 70 ciudades, aunque los medios solo mencionan: Acapulco, Aguascalientes, Cuernavaca, Cancún, Ciudad Juárez, Ciudad de México, Chihuahua, Culiacán, León, Mérida, Oaxaca, Querétaro, Tampico, Puebla, Tijuana, Xalapa, y Zacatecas; los contingentes más numerosos fueron los de la Ciudad de México con 250 vehículos, 20 motociclistas, 300 manifestantes, y Querétaro con 200 automóviles, según ellos, la exigencia central fue la ¡Renuncia de AMLO!, expresada en ¡Fuera AMLO! y en el hashtag #AmloVeteYa, aunque también las consignas de ¡No al Comunismo! y ¡Muerte al Comunismo!, detrás de estas consignas no está la oposición a AMLO, está el odio de clase contra los obreros y las masas populares, está la oposición y el rechazo violento a todo lo que signifique mejorar las condiciones de vida de los obreros y los pueblos, todo lo que signifique disminuir su estatus de explotadores, saqueadores, y opresores. El régimen de AMLO representa, en esencia, a un sector de la oligarquía financiera: a los Slim, Salinas Pliego, Germán Larrea, Romo…, no a las mayorías populares, a las que mas bien pretende mediatizar, desmovilizar y desorganizar distrayéndolas con migajas y discursos.
Desde abril de 2020, la fracción más reaccionaria, derechista y fascista de la oligarquía financiera que no ha sido beneficiada como quisiera por el régimen de la 4T, pasó de la crítica y acciones aisladas, a una abierta actividad practica golpista, cada vez más organizada y centralizada, no solo contra el régimen encabezado por AMLO, también en contra de las mayorías populares. En medio de la pandemia se han opuesto sistemáticamente a las medidas sanitarias dictadas desde el gobierno federal, obligando a sus trabajadores, y particularmente a la clase obrera, a seguir laborando en las fábricas, sin medidas de protección, causando el contagio y muerte por COVID19 a obreros en Chihuahua y Lázaro Cárdenas, Michoacán, han promovido el no pago de impuestos y encabezado la defensa de mantener privatizada la generación y comercialización de energía eléctrica, que pretenden hacer pasar como la “defensa de energías limpias”, en los estados y municipios donde son gobierno, los derechistas han reprimido y masacrado a los pequeños comerciantes y a las masas que buscan su sustento durante la pandemia, han impuesto toques de queda ilegales, castigando con cárcel y haciendo negocio (cobrando multas elevadas) a los que no acatan sus disposiciones dictatoriales inconstitucionales.
A esta tendencia derechista, reaccionaria, fascista y asesina, contraria a las mayorías populares, pertenecen los grupúsculos que salieron en sus autos el 30 de mayo, en la dirección de esta tendencia están oligarcas y delincuentes de “cuello blanco” como José Antonio Fernández Carbajal presidente de FEMSA y del CCE, Valentín Díez Morodo, Presidente del CEMCE y del grupo AB InBev-Grupo Modelo, Club Toluca y representante de 30 grandes empresas, entre estas, Movistar, OHL México, Banamex-Citigroup, Kimberly-Clark México, petroquímica Mexichem, Aeroméxico, y Claudio X. González, del CCE y del Grupo del ITAM (tecnócratas que gobernaron en regímenes pasados), los gobernadores: de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; de Michoacán, Silvano Aureoles; de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; de Querétaro, Francisco Domínguez Servién; de Coahuila, Miguel Riquelme; de Nuevo León, Jaime Rodríguez; de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; de Durango, José Rosas Aispuro; y de Colima, José Ignacio Peralta, entre otros cuadros y mercenarios de la oligarquía.
A los derechistas golpistas-fascistas les urge recuperar la dirección en los puestos clave del estado mexicano, pues aunque mantienen el poder en varios estados y municipios, en parte de los congresos federales y estatales, en el Banco de México y en la SHCP, y los llamados organismos autónomos,no les es suficiente, requieren tener el pleno control para tomar medidas económicas, políticas y sociales antipopulares que les permitan no solo sortear la crisis económica, sino hacer los grandes negocios a costa del sufrimiento, miseria y muerte de las mayorías populares.
Sin embargo, frente a los derechistas fascistas, y también frente a AMLO y sus oligarcas, estamos los Comunistas, los proletarios, las mayorías populares, y los pueblos, que reafirmamos el grito del proletario que en Monterrey dijo a la caravana derechista: “…Los obreros movemos a México. Pinches ridículos”, y continuando la idea, seremos los obreros y las masas populares las que transformaremos realmente al país, no el régimen oligárquico de AMLO y mucho menos los derechistas golpistas.