Debido a las dificultades económicas, la violencia del crimen organizado, así como por el desplazamiento obligado por la instalación de megaproyectos en las zonas rurales del país, la población indígena se ve obligada a migrar de sus lugares de origen en busca de mejores condiciones de vida. La Encuesta Intercensal 2015 registró que 3.2 millones de personas de 5 o más años de edad, vivían en una entidad distinta a la de su residencia. La mayor parte de esta población radica en la periferia de las grandes ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Toluca y diferentes regiones del norte del país.

A pesar de la esperanza por mejorar las condiciones de vida; la realidad es muy diferente, al establecerse en estas ciudades los indígenas migrantes ejercen empleos que van desde la construcción, trabajo en fábricas y el pequeño comercio principalmente informal de productos que van desde alimentos hasta artesanías, sin un ingreso seguro y generalmente insuficiente para cubrir los gastos de las familias, de mínimo 5 integrantes.

La actual crisis económica recae sobre la clase trabajadora, deja en la desocupación absoluta a millones de proletarios, y proletariza a aquellos que contaban con una mínima propiedad privada que les permitiera un ingreso, tal es el caso de los pequeños comerciantes y artesanos de origen indígena, que sufren en éstos lugares la falta de un hogar propio y el pago de rentas, además de la discriminación y desatención sistematizada de las instituciones ya que no existe una figura específica  y oficial para su atención aún dentro de las dependencias enfocadas al sector indígena,  en algunos casos dicha atención se ha tenido que ganar a base de una lucha constante y firme contra un conjunto de trabas burocráticas y la exclusión premeditada por parte de gobiernos de los tres niveles como es el caso de Jalisco o Baja California.

Ante ésta situación la única alternativa es la organización y la unidad activa por la reivindicación de las demandas de los migrantes indígenas, como parte de la clase trabajadora que si bien posee características particulares en aspectos económicos, sociales y culturales, el origen de su opresión es el mismo que el de los demás sectores y por lo tanto, la lucha por sus propias reivindicaciones solo se logrará al enarbolar, también, las reivindicaciones de los obreros y campesinos, en unidad efectiva contra el sistema capitalista.

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Por PCMML

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