La Cámara de Diputados local con mayoría morenista en Oaxaca aprobó el miércoles 5 de agosto el dictamen para modificar la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para prohibir vender, regalar, distribuir o promocionar productos no saludables a menores de edad.

Al respecto empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) y más grupos de empresarios han afirmado que la ley antichatarra afectará a más de 58 mil comercios.

En caso de incumplimiento de la denominada “Ley antichatarra” se aplicará desde una amonestación con apercibimiento, multa, clausura temporal o definitiva del negocio y hasta arresto por treinta y seis horas según la ley de procedimiento y justicia administrativa de Oaxaca. Tras los llamados públicos y privados de los empresarios la ley se suavizó en sus sanciones.

La medida para velar por la nutrición de los niños y la juventud es en un primer inicio adecuada, pero si está no se profundiza corre el riesgo de ser una ley que no tenga una aplicación práctica como ha pasado con el cigarro, el alcohol y la marihuana que, aunque no tengan tantos espacios de promoción publicitaria tienen una gran demanda en particular entre la juventud.

Es imposible acatar una medida sin una educación en materia de salud, si de manera consciente la niñez, la juventud y los trabajadores no comprenden lo nocivos que son los productos chatarra. La medida debe ir acompañada con una campaña amplia para conscientizar a la población de lo contrario solo se generará un mayor morbo por consumirlos.

La venta de productos poco o nada nutritivos se ha convertido en un jugoso mercado para marcas monopólicas como Coca Cola, Pepsi, Bimbo, Sabritas, Barcel, Tía Rosa, etc. Para avanzar en el cuidado de la salud lo correcto sería que las propias marcas cambiaran a productos saludables, lo cual suena imposible pues ello requeriría mayor inversión de lo que en comparación cuesta realizar productos sencillos y sin nutrientes, pero además la industria alimenticia está orientada a desarrollar un perfil biológico que solo sirva para la producción de mercancías, la producción de plusvalor no pagado, calorías más que nutrientes.

La falta de nutrientes en el cuerpo humano provoca menor crecimiento corporal incluyendo al cerebro; la ingesta de comida chatarra ofertada con menor precio juega también un papel esencial para el consumismo, porque anula la capacidad para analizar mejor la realidad de estos productos que consumirlos aumenta la depauperización de los trabajadores.

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Por PCMML

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