Las escuelas normales en el país tienen historia antigua que datan de 1886 cuando se crea la Escuela Normal Veracruzana; las escuelas normales rurales, centros regionales de educación normal y escuelas normales experimentales urbanas entre otras tuvieron su origen durante el gobierno de Álvaro Obregón hace 100 años. En los años 30´s durante el mandato de Lázaro Cárdenas del Río las normales proliferaron en todo el país, la burguesía que había salido victoriosa de la revolución mexicana requería afianzar entre la población el régimen capitalista de dominación y explotación, para ello se dispuso a educar a las nuevas generaciones bajo el manto del nacionalismo revolucionario y educación básica que permitiera la cualificación y tecnificación de los trabajadores para los requerimientos de esa época; por otro lado las escuelas normales se convirtieron en una oportunidad para que los hijos de campesinos y obreros tuvieran un futuro con menos infortunios que el de sus padres.

Durante el gobierno de Felipe Calderón dio inicio una arremetida mas criminal contra el normalismo, declarándolo caduco, secundada por Elba Esther Gordillo entonces presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se planteo la transformación de las normales a institutos técnicos, argumento que reafirmaba las actuales necesidades del régimen para egresar de las instituciones educativas mano de obra técnica para los proyectos neoliberales.

En el régimen de Enrique Peña Nieto con la imposición de la mal llamada reforma educativa en el 2013, se reafirmaron las intenciones de cerrar las normales, agudizaron la campaña de desprestigio, modificaron los planes de estudio, redujeron la matrícula y el presupuesto para su manutención; estos hechos sacaron a las calles a las organizaciones normalistas estatales, a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y a las organizaciones populares que asumimos la defensa del normalismo; las respuestas del régimen han sido de golpeteo sistemático, persecución, asesinatos y desaparición como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Los estudiantes normalistas por su perfil social perciben de cerca la realidad que vive la clase trabajadora, ellos mismos son en su mayoría hijos de obreros y campesinos pobres, sienten la necesidad de organizarse, solidarizarse y organizar a los trabajadores; las escuelas normales y en especial las rurales se convirtieron en bastiones de lucha que no solo egresaba a maestros sino a activistas y luchadores sociales, hecho que no es del agrado del régimen.

A la llegada de Andrés Manuel López Obrador se creyó que iba a desarrollarse una nueva base para apuntalar al normalismo que pusiera en alto la valoración del perfil docente por todo lo dicho en el proceso de campaña electoral, sin embargo la realidad ha sido otra. En el presupuesto perfilado para el próximo año se otorgan 170 millones de pesos para las normales públicas, lo que marca una reducción del 60% al presupuesto destinado de este año.

En Hidalgo, el régimen de la 4T, ha puesto trabas para la reapertura -con Internado- , de la Escuela Normal Rural “Luis Villa Real”, del Mexe. Hace unos meses ante la falta de atención a sus demandas la normal rural de Tiripetio, Michoacán, se lanzó a la movilización, el 11 de septiembre un camión de policías estatales los arrolló.

En Chiapas, los estudiantes han denunciado la continuación de esta campaña sistemática para el desmantelamiento de la Escuela Normal Rural “Pantaleón Dominguez” Mactumactzá que se ha fusionado con la historia de México desde su fundación en 1927. Desde 2003 al cierre del sistema de internado orquestado por el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía las demandas estudiantiles siguen vigentes. Actualmente el gobernador Rutilio Escandón de extracción morenista ha hecho oídos sordos a las demandas de construcción y reapertura del sistema de internado, aumento al presupuesto de la institución, no al recorte de las matrículas escolares y contratación de personal docente, administrativo y manual.

Motejados de chantajistas y corruptos los estudiantes normalistas de Chiapas han encontrado un muro político represor por parte de Rutilio, quien representa sin velos la política general del Estado para socavar el normalismo por mandato de la burguesía que ve en los estudiantes un peligro por su naturaleza de clase. Pero el normalismo en Chiapas y en todo el país tiene historia de resistencia con el apoyo de los pueblos, el magisterio y las organizaciones sociales, tarde que temprano se dignificará la labor social de las escuelas normales al servicio de los hijos de los trabajadores del campo y la ciudad.  Así están las cosas por estos días.

 

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Por PCMML

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