A dos años de gobierno, la 4T no ha podido asegurar para los amplios sectores populares, el acceso a la salud, no sólo porque están saturados los hospitales, sino fundamentalmente porque el derecho universal a la salud, solo existe para las familias adineradas. Los trabajadores y sus familias no tienen empleo seguro, en su mayoría viven al día en la economía informal, no tienen manera de prevenir ni controlar sus enfermedades crónicas, no tienen posibilidad de acceder a una nutrición adecuada, etc. Este gobierno, tampoco ha mejorado el acceso a la educación, mucho menos su calidad; dado que al menos un tercio de la población mexicana no tiene acceso tecnológico básico ni un sitio para que los niños estudien en sus viviendas pobres.
En este escenario de crisis económica general del capitalismo y de emergencia sanitaria por la pandemia, el gobierno federal se ha propuesto vacunar contra el COVID-19 a toda la población. Pero hasta ahora y a 4 semanas de la llegada de las vacunas a nuestro país, ni siquiera se ha aplicado el esquema completo de dos dosis a cerca de 250 mil trabajadores de la salud, de un total del millón de trabajadores del sector salud. A pesar de su esfuerzo y el cansancio, los trabajadores de la salud ahora deberán trabajar más para poder iniciar la vacunación masiva. Hasta el día de hoy, lo único que prevalece es la incertidumbre sobre cómo va a ser implementada esta campaña y el desgaste continuo de largas jornadas.
El primer problema por ahora, es la especulación y la aparente baja producción de vacuna en cualquiera de sus versiones, por la demanda que existe a nivel internacional. Si bien es cierto que el gobierno de México logró adelantarse gestionando la entrega de vacunas, apenas se ha pactado la compra del 50% de las dosis necesarias. En esta situación, es poco probable que los gobernadores de los estados de oposición tengan posibilidad de comprar por su cuenta vacunas, al menos en el corto plazo. Pensemos en los pueblos de los países pobres que todavía no tienen ninguna perspectiva de poder ser vacunados.
Conseguir las vacunas es sólo la parte inicial del problema (porque incluso se ha especulado su efectividad y el tiempo de inmunidad que tiene), la logística que implica para realizar el proceso de vacunación es más complejo, implica otros insumos médicos, contenedores, transporte y la movilización de los trabajadores del sector salud. La seguridad para que no sean robadas y garantizar la cadena de preservación de las vacunas.
A pocas horas de que llegará la vacuna a México, ya existían páginas apócrifas donde anunciaban su venta, así que habrá que advertir, no dejarse engañar. Por otra parte, aunque anuncien que la iniciativa privada puede comprar y comercializar la vacuna, esto no podría pasar antes de los próximos 6 meses para que la puedan adquirir. Pero desde ahora estarán viendo cómo organizar mejor las ganancias del negocio de la especulación con ellas. No lo harán por ser benefactores de sus trabajadores sino porque quieren aumentar sus ganancias. Se calcula que los laboratorios Moderna, Novavax, BioNtech y CureVac tendrá ingresos por 48 mil millones de dólares en tan sólo 3 años y las burguesías nacionales no quieren quedarse fuera de este nuevo negocio y el gobierno de la 4T tuvo que ceder ante ellos.