El aumento al salario es solo simbólico

Actualmente, el 21% de la Población Económicamente Activa (PEA) percibe un ingreso, menor o igual, a un salario mínimo. Más de un 90% de quienes se encuentran en esta condición laboran en la informalidad al margen de cualquier reglamentación laboral. Ello significa que únicamente cerca del 2% de la PEA podría recibir el incremento salarial de 15%. Aún con un incremento salarial de 15% anual, se requerirían más de 20 años para que el poder de compra del salario mínimo fuera el mismo que a principios de los años ochenta del siglo pasado. La canasta alimenticia recomendable diaria para una familia de cuatro miembros tiene un costo cercano a los setecientos pesos diarios, por lo que el aumento de $123.22 a $141.70 es sólo simbólico.

Hasta 2020 en promedio de las 8 horas que formalmente dura la jornada laboral, únicamente una hora del trabajo de un obrero es trabajo para sí mismo y siete horas corresponden a trabajo impago. Aún si fuera general el incremento de 15% en el salario, (que considerando el aumento de los precios de los bienes de consumo de la clase trabajadora se reduciría en realidad a un incremento de 10%), el tiempo de trabajo para sí mismo se elevaría aproximadamente a una hora con 7 minutos. Con ello la tasa de plsuvalor, que se define como el cociente del trabajo excedente entre el trabajo necesario y que mide el grado de explotación de la fuerza de trabajo, pasaría de 7 a 6.2, mientras que a principios de los años ochenta era inferior a 3. No obstante, como se ha dicho, únicamente cerca del 2% de la PEA recibirá el incremento de 15%.

Por otra parte, el incremento a los salarios mínimos corresponde al planteamiento del gobierno federal de reactivar el mercado interno ante la dificultad cada vez mayor que enfrenta el sector del capital que no produce para la exportación para vender sus mercancías. En este sentido con el incremento salarial se intenta recomponer y mantener el sistema ante la crisis cada vez mayor del mismo. Al mismo tiempo la medida de incremento al salario busca legitimar al régimen actual ante los trabajadores, aun cuando en los hechos no incide en forma significativa sobre el ingreso real de la clase obrera. Ya Marx planteaba en El capital que los salarios pueden elevarse pero nunca a un nivel que resulte inconsistente con los intereses del capital, el incremento de los salarios “nunca puede alcanzar el punto en que pondría en peligro el carácter capitalista del proceso de producción y la reproducción de sus propias condiciones”; señalaba asimismo que “así como la mejora en la vestimenta, la alimentación y el trato, no abolían la relación de dependencia y explotación del  esclavo, tampoco la suprimen en el caso del asalariado.”

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