Frente al cuestionamiento de si es o no neoliberal la política del Gobierno de la Ciudad de México, planteada por los trabajadores del gobierno local, la Asamblea General de Trabajadores (AGT), realizó una Asamblea Popular el pasado 20 de enero en pleno zócalo capitalino, ahí se presentaron un centenar de trabajadores, de tres colectivos diferentes, adscritos por lo menos a 10 unidades administrativas diferentes.

     Las diferentes intervenciones, dieron lugar a sendas denuncias donde se observa que un elemento consustancial de la política laboral de la 4T no dista en nada de la impulsada por Miguel Ángel Mancera, y que es fiel seguidora de las recomendaciones neoliberales planteadas por el Fondo Monetario Internacional; por un lado ha quedado pulverizado el tabulador de puestos, funciones y salarios, en la vía de los hechos lo que se aplica es la polivalencia laboral, ya que existen áreas donde se obliga a realizar de todas las funciones aunque solo se paga por una de ellas.

     Esto mismo deja como letra muerta el precepto constitucional enmarcado en el Artículo 123 de la Carta Magna que establece que “a trabajo igual corresponde salario igual”, ya que hay muchísimos trabajadores con funciones similares, pero con salarios diametralmente diferentes, desigualdad que a la postre refleja una tendencia discriminatoria al momento de valorar los niveles salariales.

     Ahora el gobierno mueve alrededor de 9 nóminas diferentes, por lo que en una misma dependencia u órgano político desconcentrado o descentralizado, de los llamados autónomos como las alcaldías, podemos estar conviviendo, con las mismas funciones laborales, pero con diferente nómina salarial. Algunas de las que rayan en la ridiculez por los montos salariales, por ejemplo, vemos que en la nómina 1 coexisten trabajadores del nivel 8,9 llamado pie de rama, con trabajadores de nivel 4.69 o del 11.90, que no aparecen en el tabulador central pero que cobran salarios paupérrimos de $1, 400.00 (mil cuatrocientos pesos a la quincena).

     Este asunto de los salarios incluso deja sin efecto los aumentos salariales otorgados por la 4T a nivel de los salarios mínimos, que es de 141 pesos diarios, ya que en el caso del gobierno solo llegan a cobrar 93 pesos por día; siendo una acción inconstitucional pues el Artículo 10 de la Constitución de la Ciudad de México establece que los salarios en la Ciudad de México para el sector público deben ser de por lo menos el doble del salario mínimo general.

     Esto responde de manera categórica al cuestionamiento de ¿son dignos los salarios del Gobierno de la Ciudad de México? Con un rotundo ¡NO!

     Así, de manera abierta la Asamblea General de Trabajadores demostró con los pelos de la burra en la mano que todo lo que cacarea el gobierno en torno a su política salarial no es más que alharaca pues es evidente que no ha terminado el neoliberalismo en la Ciudad de México y en el país.

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Por PCMML

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