El masivo rechazo a las políticas neoliberales y el repudio a los gobiernos del PRI y del PAN hizo llegar a la presidencia a López Obrador, con su arribo se abrían muchas esperanzas de millones que se volcaron a las urnas para empujar un cambio de política. Al cabo de dos años, sigue manteniendo un porcentaje de apoyo importante, pero ya es notoria una tendencia crítica que no se mantiene avalando ciegamente todas las propuestas ni de AMLO, la 4T, ni de Morena. Las candidaturas son un claro ejemplo.

En Baja California, como en muchos estados, hay un explícito rechazo contra el gobernador, el gringo Jaime Bonilla, por parte de las mismas bases de su partido. Mucha de esta inconformidad se canalizaba aún en los márgenes internos de ese partido buscando “rescatarlo” de los arribistas que se hicieron de las principales posiciones, desplazando a los cuadros de abajo que construyeron la base real del movimiento.

Los resultados para las candidaturas a las cinco presidencias municipales del estado dan muestra del continuismo en el control de Morena por parte de Bonilla, es decir, seguirá lo mismo. Buscan reelegirse en Ensenada y Playas de Rosarito con candidatos impresentables, rechazados por las bases, pero incondicionales del gobernador. En Mexicali y Tecate dejan a fieles empleados del bonillismo, mientas que en Tijuana a la legisladora estatal que firmemente ha impulsado las maniobras para extender el periodo de gobierno y otras artimañas como la reelección sin dejar el cargo.

Con estas propuestas, al interior de Morena se avecina una ola de deserción de militantes de base, hartos de las traiciones a sus principios y acuerdos, que van viendo cómo en ese partido el control oligárquico y las imposiciones dejan de ser excepciones para convertirse en la norma.

Esta tendencia se va dando en varias olas. La primera ha sido el rechazo a figuras específicas al interior, denunciando “traiciones a López Obrador”, buscaban recuperar Morena. La siguiente ola ha sido la ampliación del repudio a Morena en general, después de ver sus prácticas legislativas, la subordinación a los mismos grupos empresariales y el control corporativo de los apoyos sociales; aquí la expresión es el repudio a Morena y defender al presidente. Pero poco a poco se van multiplicando elementos para ampliar la crítica a la propia política económica del gobierno, con AMLO incluido; que abarca los megaproyectos, el control de las fuerzas armadas en varias áreas de la vida pública y en general el carácter neoliberal de la 4T.

Comparte en tus redes sociales

Por PCMML

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *