Estados Unidos y la oligarquía colombiana continúan con la propaganda mediática descalificando, deslegitimando y condenando el justo y prolongado paro nacional del pueblo colombiano, que se ha extendido por la barbarie y el terror del régimen contra la lucha popular, y por la falta de solución favorable a sus viejas demandas, que además pretenden derrotar a como dé lugar, con el desgaste, la violencia reaccionaria y la división del movimiento.

La derecha ha salido a las calles -vestida de blanco- como hipócritamente siempre lo hacen para exigir el final del paro, llamando a la “paz”, pero ellos son  los que se han valido del paramilitarismo para atacar al movimiento popular y aniquilarlo, ellos son los que usan la violencia desde el Estado y con la delincuencia a su servicio, detienen, torturan, asesinan y desaparecen a quienes participan en el paro.

El paro ha agudizado la crisis económica y política que enfrenta el régimen colombiano y usan y advierten las pérdidas económicas que “sufre el país” y “que afecta a los más desfavorecidos”. Según sus datos, han perdido cerca de 3 mil millones de dólares, que el “84% de las empresas han sido afectadas por los bloqueos”. La burguesía fascistoide enlista los daños que sufre en negocios, transporte, servicios, infraestructura, etc., pero calla o tergiversa sobre los daños que los capitalistas le siguen causando al pueblo.

El régimen colombiano ha usado la táctica de negociación y represión simultánea, el condicionamiento de las demandas para desactivar las barricadas y demás acciones de las masas. Dilata sus respuestas y se desdice de sus compromisos. Así ha actuado con los acuerdos de paz, que solo han servido para golpear a los sectores que se han rendido y desarmado, y han terminado asesinados. Sin embargo, el pueblo usa su experiencia, sus decisiones colectivas-asamblearias, su intuición y la organización, incluso la lucha guerrillera, para hacer frente a la ofensiva criminal de los capitalistas extranjeros y locales.

La Organización de Estados Americanos, la Organización de Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, han hecho tibias declaraciones públicas, sin ningún efecto, que no tocan con medidas efectivas la política económica criminal del régimen de Iván Duque. Por el contrario, esos organismos, principalmente los financieros, están discretamente “apoyando” con recursos para derrotar el movimiento popular, por supuesto esto no se hace legal ni oficialmente.

El pueblo colombiano está enfrentando la crisis económica y la pandemia, y como lo demuestra su acción en las calles esta es la única manera de hacerlo; no debe ni subordinarse a las instituciones o legalidad burguesa a la que han querido alinearla, más bien debe utilizarlas para construir las suyas. No debe desgastar sus fuerzas durante el paro, mucho menos desmovilizarse, debe fortalecer y elevar su organización y acción desde las decisiones de asambleas, debe irse construyendo en un poder paralelo al burgués o por lo menos convocarse a una asamblea constituyente que imponga los intereses de las masas trabajadoras y profundice su lucha hacia la transformación revolucionaria y socialista de la decadente y putrefacta sociedad capitalista.

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Por PCMML

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