A un año de la detención de Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, por la implicación directa en el caso Odebrecht, no hay avances, y el personaje que ha señalado Lozoya como parte de la red de corrupción que implicó sobornos millonarios para la aprobación de la reforma energética, se dio a la fuga, efectivamente Ricardo Anaya conocido ahora en las redes como “profuguín”, evidencia la debilidad de AMLO y de la propia Fiscalía General de la Republica que actúan como comedia y/o han negociado y/o no saben ejercer y aplicar la justicia, ante un hecho consumando, con pruebas suficientemente documentadas en videos/audios/fotos y testigos , resaltan que en la 4T la justicia titubea y está sujeta a intereses individuales de poder por encima de las familias afectadas por el modelo económico neoliberal y la pobreza que dejaron a su paso las reformas estructurales aprobada en el 2013 por casi 500 ladrones de esas legislaturas en San Lázaro.

Una bandera de la 4T, ahora diríamos del régimen de las 4 mentiras, es el combate a la corrupción y justicia, a mitad de su sexenio AMLO no ha dado resultados, por ejemplo, no hay detenidos de los altos mandos del Estado en el sexenio de Peña Nieto por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, por el contrario, en estos últimos 3 años se ha asesinado a 45 luchadores sociales y defensores de los derechos humanos y de ello tampoco ha habido soluciones de fondo, ni se han creado medidas cautelares ante estas agresiones que son visibles contra los que se oponen a los proyectos neoliberales que extraen recursos naturales en detrimento de los pueblos.

Se acaba la demagogia y populismo de AMLO-4T, la lucha organizada va.

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Por PCMML

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