El fin de la historia, pregonado por los ideólogos de la burguesía, se estrella cotidianamente con la vida material que brota de las entrañas de todo el sistema capitalista-imperialista.
La bancarrota del revisionismo, el oportunismo y la socialdemocracia que siguen acompañando a las clases dominantes en su tarea como bomberos de la Revolución Proletaria, también es estruendosa.
La bandera roja, de la hoz, el martillo y la estrella, enarbolada por nuestros grandes y sabios maestros: Marx, Engels, Lenin y Stalin, sigue ondeando para orientar nuestro norte como clase proletaria y como pueblos hacia nuestra emancipación definitiva.
El marxismo-leninismo, es la ideología científica del proletariado y los pueblos, que explica y fecunda nuestra lucha de clases como motor de la historia, del desarrollo social y de las fuerzas productivas en las tareas teóricas y prácticas para la subversión y transformación revolucionaria de la sociedad capitalista a través de la Revolución Proletaria hacia el socialismo-comunismo.
No hay término medio pues: o ideología burguesa o ideología comunista proletaria.
Así está la lucha de clases por estos días.