La propuesta de Iniciativa de Reforma Electoral (o como la quieren presumir: Reforma Democrática), enviada por AMLO al Congreso de la Unión y anunciada ante los medios de comunicación, tiene como objetivo claro y preciso: consolidar el poder político electoral a todos los niveles: municipal, estatal y federal para ponerlo en sintonía con los nuevos requerimientos que las relaciones de producción capitalistas-imperialistas, de continuidad neoliberal, reclaman en nuestro país.
Y es que, efectivamente, toda iniciativa, electoral, política, económica, social, administrativa, o educativa, presentada desde Palacio Nacional, tiene ese objetivo: solucionar las contradicciones de la continuidad neoliberal y salvar y modernizar a todo el sistema capitalista-imperialista bajo la conducción hegemónica de la llamada 4T (MORENA y partidos aliados) en consensos y/o contradicciones secundarias con los otros partidos burgueses (PAN, PRI, PRD y MC) y con el conjunto de las fracciones burgués-imperialistas. Este será el escenario y forcejeo en las contradicciones y alianzas intra e interburguesas por lo menos hasta las elecciones federales del 2024, algo parecido a lo que se ha venido dando en los EE.UU., durante los períodos de gobierno de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden.
Entre las propuestas que destacan de la reforma electoral de AMLO, son: 1) la desaparición del INE y la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas; 2) reducir el número de consejeros del nuevo órgano electoral a 7 y que éstos sean elegidos por voto universal, directo y secreto a partir de una lista que presenten los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de la federación; 3) desaparición de los órganos locales electorales y su fusión con los federales; 4) reducción del número de diputados federales de 500 a 300 de acuerdo con una lista general nacional que se construirá con listas particulares de cada una de las entidades federativas proporcionalmente al número de electores que cada una tenga; 5) reducir de 128 a 96 el número de senadores (tres por cada entidad federativa); 6) reducir también, significativamente, el número de representante populares en los ayuntamientos municipales; 7) reducir los gastos de la actividad electoral particularmente en aspectos administrativos, de campañas y de prerrogativas de los partidos políticos; y 8) que todo esto pueda impactar en los salarios de los representantes populares y las autoridades y los servidores públicos del sistema electoral de acuerdo con la llamada “Austeridad Republicana”.
Con todo lo anterior se plantea la reforma de 18 artículos de la Constitución Política de lo Estados Unidos Mexicanos.
Como hemos advertido, la denominada burocracia en el poder se resume ahora en MORENA-PT-PVEM, PAN-PRI-PRD y MC todos representando al conjunto de la burguesía y al régimen oligárquico neoliberal. ¡Ninguno, representa los intereses del proletariado, las amplias masas populares o a los pueblos de México, por el contrario, todos ellos, ayer, hoy y seguramente mañana, cómo lo hemos visto durante las crisis, los desastres naturales y ahora durante la pandemia, ninguno de ellos se ocupó de verdad de nuestra vida, nuestra salud, nuestra educación y nuestro bienestar como trabajadores y masas populares pues ha crecido el número de pobres y se nos han reducido o de plano arrebatado derechos humanos y conquistas laborales que teníamos como trabajadores y como ciudadanos y personas. En contraste, las ganancias de los megamillonarios como Carlos Slim y otros, han crecido más sus enormes fortunas, a costilla de nuestra humanidad y felicidad.
Ante tal situación, como lo hemos demostrado en el pasado y en el presente, nuestra esperanza y nuestra salvación solo está, en la más y mejor organización, planificación y unidad de nuestras luchas de clases, como la heroica HUELGA-SUTNOTIMEX o las jornadas nacionales de lucha del 8 de Marzo y del 1 de Mayo, que cualifican la arquitectura en la construcción colectiva de nuestro poder soviético de masas, la Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México y la victoria de nuestra Revolución Comunista Proletaria.
Fraternalmente
Partido Comunista de México (marxista-leninista)