La huelga del SUTIEMS -preparatorias de la Ciudad de México-, de los obreros Arcelo Mital de Lázaro Cárdenas Michoacán, el paro de los trabajadores de CONALEP, como los paros de los jornaleros de San Quintín y otras luchas del pueblo han sido y fueron golpeados por el Gobierno de López Obrador, todo para favorecer a los capitalistas y en particular a los neoliberales, para contener y derrotar estas justas luchas.
Así es en particular la reforma laboral promovida y aprobada por 4T, medida neoliberal hasta el tuétano, es el instrumento contra estos movimientos de la clase obrera y los trabajadores. Les impusieron las medidas antinflacionarias de tope salarial, declaratoria ilegalidad de sus huelgas y paros, violaciones al contrato colectivo, etc., que no afectan las ganancias de la patronal, por el contrario defiende los intereses de estos.
La política neoliberal de Obrador, -como él ha reconocido públicamente- ha hecho ganar más a los oligarcas, pero no ha sido así para el pueblo, pues con becas y programas como Construyendo el futuro, Sembrando vida, sólo administran la pobreza; y el Aeropuerto Felipe Ángeles, Tren Maya, Refinería Dos Bocas, atienden las exigencias del imperialismo que requiere nuevas fuentes de recursos para sus debilitadas ganancias e imparable y grave decadencia, obras que con fuerte militarización, buscan garantizar su realización ante la oposición del pueblo, pero sobre todo alistan a estos aparatos represivos a un escenario de inconformidad y confrontación con los trabajadores y el pueblo, que se va a dar con la cercanía de otra crisis económica en el país y en el mundo, que no podrán contener con ninguna de sus medidas.
Con la llegada de la llamada Cuarta Transformación, los problemas sociales y económicos del país no se resuelven; la violencia se agudiza, el paramilitarismo crece con los “abrazos y no balazos” y la impunidad institucional se premia con embajadas y adhesiones a la “Cuarta Transformación”, por lo que la clase obrera y sectores populares se siguen desencantando de López Obrador y salen a las calles a protestar.
En este mismo contexto el imperialismo y la oligarquía financiera que gobierna el mundo y nuestro país están con esta feroz ofensiva contra la clase obrera, los trabajadores y los pueblos del mundo, que se ha arreciado en estos últimos años, particularmente del 2019 a la fecha, como la garantía de enfrentar la crisis general y las crisis cíclicas de su sistema, que han llevado literalmente a la muerte a millones de trabajadores en cada uno de nuestros países.
Con el aumento de la inflación en Estados Unidos a más del 8% que ha llegado a sus niveles históricos, y la que se está escalando a nivel mundial, los capitales declaran la guerra contra la clase obrera, los trabajadores y los pueblos con acciones más lacerantes.
A esto suma la guerra de rapiña en Ucrania donde las potencias imperialistas, Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, etc., nuevamente matan inocentes para repartirse territorios de otras naciones, como lo vienen haciendo en Yemen, Siria, Palestina, la nación Saharaui y otros países, y desarrollan nuevas tecnologías que llevan al planeta a una mayor destrucción.
Frente a este explosivo escenario, el paro general en Ecuador que enfrenta el Gobierno de Lasso, las elecciones en Colombia se dio una victoria del movimiento democrático y revolucionario, y otras luchas que se venían dando antes de la pandemia por el SarsCov2 y que hoy se han reactivado, muestran que a la clase obrera, los trabajadores y los pueblos, no les queda otro camino que de seguir elevando las formas lucha y organización y lucha, para defender la vida y cambiar el mundo.
Por eso debemos seguir preparando nuestra fuerza como proletariado, como revolucionarios, como marxista-leninistas , construyendo el frente antifascista y antiimperialista que avance hacia el triunfo de la revolución comunista mundial, frente al sistema capitalista-imperialista que no tiene misericordia, ni la tendrá y querrá mantenernos siempre de rodillas Y en nuestro país avanzar en la Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México, desde la que se edifique un gobierno de la clase obrera, los trabajadores y el pueblo, y desaparezca definitivamente al neoliberalismo y al capitalismo que tanto daño siguen causando.