¡POR LOS DERECHOS Y EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES, POR UNA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SOBERANOS!
¡NO A LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA!
Desde cada uno de los países de América Latina y el Caribe, nos hacemos presentes las mujeres que luchamos día a día por transformar la condición de subordinación y doble opresión en la que aún vivimos como resultado de la vigencia del capitalismo y el patriarcado, coaligados en mantener la condición de explotación y oprobio de la inmensa mayoría de la humanidad. Somos herederas de la lucha de los pueblos y de las mujeres en cada uno de nuestros países, y con ese legado histórico, nos rebelamos contra la usurpación, la colonización, la explotación, y el intervencionismo de las potencias imperialistas en nuestra región. Defendemos la soberanía y autodeterminación de los pueblos, combatimos el saqueo de nuestras riquezas naturales, económicas y culturales. Somos diversas, orgullosas de nuestra historia y culturas; esta diversidad, aporta a nuestros propósitos en común, pues nos unen las mismas luchas y objetivos, orientados en terminar con las distintas expresiones de violencia, opresión y explotación que vivimos desde hace siglos.
Llegamos al año 2022, protagonizando grandes enfrentamientos en oposición al capitalismo, imperialismo y patriarcado, causantes del atraso de los pueblos y las crisis cada vez más violentas y profundas, situación que agrava el despojo de los derechos humanos, el desempleo, el hambre, la feminización de la pobreza, las expresiones de violencia contra las mujeres y la precarización de las condiciones de vida de la clase trabajadora y los pueblos, agudizándose por la pandemia y la guerra interimperialista que soporta la humanidad, intensificándose las políticas intervencionistas; así como la implementación de acciones que exacerban las violentas formas de opresión y explotación del sistema capitalista y que nos coloca a las mujeres como el sector de la población que padece con mayor intensidad las consecuencias.
La pandemia del COVID-19, ha afectado gravemente a las mujeres trabajadoras del campo y la ciudad en nuestra región. Somos las primeras despedidas cuando las empresas capitalistas enfrentan problemas económicos; además, nuestros salarios y pensiones son más bajos respecto a los trabajadores del sexo masculino, de igual forma se vive la precarización laboral y la aplicación de las políticas de flexibilización del trabajo para las mujeres, marcando serios retrocesos en el respeto a nuestros derechos y marcos jurídicos laborales, aunado al incremento de las implicaciones que conllevan el trabajo no remunerado, de crianza y cuidado.
La globalización del régimen económico, político y social capitalista, en su afán por ampliar la concentración del capital, garantizar el fortalecimiento y la supe explotación de las multinacionales y los intereses de una minoría de ricos del mundo, conduce a situaciones de descomposición social y degradación cultural, promoviendo el individualismo, la competencia desenfrenada y alienación de los seres humanos, proliferando la violencia, la prostitución, la trata de mujeres, niñas y niños para el comercio sexual, el narcotráfico, la esclavitud laboral, la migración forzada por la crisis económica, la disgregación de las familias, la xenofobia y el racismo, tal circunstancia que priva a nuestros niños, niñas y juventud, al pleno acceso de sus derechos a la salud, educación, cultura, descanso, y al disfrute de los pueblos a una vida digna.
En los últimos años hemos visto un crecimiento masivo de los movimientos de mujeres, ejemplo de ello es la huelga internacional de mujeres, las campañas contra el feminicidio, las acciones y triunfos logrados por la eliminación de las diversas expresiones de violencia, sobre todo la violencia pol
ítica contra las mujeres lideresas sociales y populares, por la legalización del aborto, en la defensa de los derechos sexuales, por la autonomía y libre decisión sobre nuestros cuerpos y nuestros territorios, así como la participación por la liberación de los pueblos contra la intervención y el avance del fascismo.
El avance del imperialismo con su política intervencionista en varios países, apoyado por los gobiernos de extrema derecha, de otras tendencias y la subordinación de la socialdemocracia nos coloca la urgente tarea de luchar en nuestras naciones: contra la explotación capitalista e imperialista, en oposición a la opresión, discriminación patriarcal y la doble jornada de trabajo. Consideramos necesario impulsar la lucha por el acceso a la tierra para vivienda y trabajo, contra la existencia del latifundio que la entrega en manos extranjeras, condenando a los pueblos al hambre, miseria y sufrimiento.
Las mujeres para lograr la transformación radical de estas condiciones actuales, por el avance de nuestra sociedad, no descansaremos en el propósito de construir un movimiento de mujeres que se constituya en un poderoso aporte para la emancipación. Luchamos por la construcción de una nueva sociedad que garantice los derechos, la convivencia armónica con la naturaleza, el progreso y dignidad de las mujeres en la humanidad. Encaminamos el proceso de construcción a una auténtica libertad y justicia para las mujeres y los pueblos.
Tenemos una historia y trayectoria de unidad de las mujeres, en las luchas conjuntas que se expresaron en el Primer y Segundo Encuentro de Mujeres de América Latina y El Caribe, realizados en República Dominicana 2015 y Ecuador 2018 respectivamente, en los cuales participaron movimientos y organizaciones de mujeres revolucionarias, democráticas, patrióticas, sindicales, sociales, feministas, campesinas, originarias, indígenas, negras y diversas, etc., con fuerza y vitalidad haciendo evidente sus reivindicaciones.
Convocamos a las mujeres latinoamericanas y caribeñas, al Tercer Encuentro de Mujeres que se realizará en Brasil, los días 21, 22 y 23 de julio en el 2023, para construir juntas un espacio de análisis, debate de los problemas comunes y sus causas, unificar agendas que nos permita constituir la unidad en la fuerza que nos permita golpear juntas y fortalecer la solidaridad de las luchas de las mujeres en América Latina y el Caribe.
Invitamos a todas las mujeres trabajadoras, campesinas, amas de casa, jóvenes, negras, indígenas, de los barrios populares, trabajadoras autónomas, desempleadas, artistas, intelectuales, mujeres en su diversidad sexual y de género, mujeres con discapacidad y a los diversos movimientos de mujeres para participar de forma democrática y colectiva, para intercambiar nuestras experiencias de lucha, propuestas de organización, y fortalecimiento del movimiento de mujeres en América latina y el Caribe.
Brasil, noviembre del 2022.
¡Asumimos el compromiso de seguir luchando, resistiendo, trabajando en la organización de las mujeres por su verdadera emancipación!