La campaña sucia de descalificación y linchamiento mediático no cesa. Al acercase el relevo del Comité Ejecutivo de la Sección VII del SNTE-CNTE, en medios de comunicación y redes sociales, se reproducen calumnias, mentiras y verdades a medias con las que los personeros de los charros y el gobierno intentan alentar en las bases la confusión y la confrontación para socavar la unidad del movimiento democrático magisterial de Chiapas.
Una vez que los recursos materiales, tecnológicos, económicos y humanos invertidos para mediatizar al movimiento magisterial no lograron los resultados que esperaban, el gobierno cierra la pinza movilizando a toda su estructura Morenista en el magisterio. Con una mezcolanza de charros, mercenarios y provocadores, todos personeros de la 4T, han creado el denominado Frente Amplio y Plural con el que pretenden “rescatar a la sección 7 y ponerla al servicio de la clase trabajadora”.
El guion favorito de los gobiernistas y provocadores en la campaña de descalificación y vilipendio contra la Dirección Política de la Sección VII del SNTE-CNTE se funda en vincularla política e ideológicamente con la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-FPR). Partiendo del eslogan “los UTE-Bamaquistas controlan la sección VII”, los grupos político sindicales y personajes en cuestión descargan sistemáticamente su odio, no contra Bámaca o la UTE, sino contra la combativa posición que el movimiento magisterial y popular de Chiapas ha asumido frente a la política de continuidad y profundización neoliberal del gobierno de la 4T.
Estos enemigos del magisterio democrático acusan al Comité Ejecutivo Seccional: “La dirección seccional es inepta, incapaz y estúpida”, “es corrupta y viola los derechos de las bases”, “es stalinista, autoritaria y está dirigida por la UTE”, “maneja al sindicato como un partido”, “es anti sistémica, no propone nada y todo rechaza”, “ha saqueado y robado Caja de Ahorro y FABES”, “permitió la imposición de la Ley del SICAMM”.
Ahora resulta que los traidores al servicio de los gobiernos en turno como Amadeo Espinosa, Rosendo Galíndez, Javier Álvarez, Arturo Novillo, Faustino Díaz, Víctor Ancheyta, entre otros nefastos personajes, pretenden darle al movimiento magisterial clases de democracia y respeto a la voluntad de las bases.
En el fondo, la campaña de descalificación contra la UTE y la retahíla de acusaciones contra la dirección política no es más que una cortina de humo para justificar sus compromisos con la 4T y la defensa a ultranza que hacen de López Obrador y su política neoliberal; es parte de la cruzada orquestada desde el gobierno para arrodillar a la CNTE y a su principal baluarte.
Es tal el entreguismo de estos personajes y grupos hacia la 4T que, aun siendo víctimas de la excepción laboral en que nos mantiene este gobierno, justifican la política educativa que ha cercenado nuestros derechos laborales, sindicales y profesionales. Es más, intentan responsabilizar todos los males que aquejan a los trabajadores de la educación al Comité Ejecutivo Seccional (imposiciones de la USICAMM y la UMA, pérdida de la bilateralidad, exclusión del sindicato en todo proceso laboral, congelamiento de Caja de Ahorro y FABES, etc.) como si la Sección 7 delineara e impusiera la política educativa y laboral.
Por más que estos mercenarios se empeñen en justificar su compaña sucia, jamás podrán cambiar la realidad: el único delito del magisterio democrático y su dirección política es no arrodillarse ante la política del “Mesías” que la burguesía hizo llegar a la presidencia de la República para reactivar el capitalismo en nuestro país.
Los trabajadores de la educación democráticos sabemos qué es lo que hay que defender y cómo lo vamos a hacer; no vamos a permitir la entrega del CES, Caja de Ahorro, FABES y CEEAS7 a los charros y el gobierno. Así que se equivocan los enemigos del movimiento magisterial si creen que descalificando a la UTE o a la dirección política de la Sección VII del SNTE-CNTE van a destruir 43 años de lucha y resistencia.
Estamos plenamente convencidos que las bases sabrán “separar la cizaña del buen trigo” y ajustar cuentas, desde las asambleas delegacionales y congresos, a quienes no han respondido a las responsabilidades como dirigentes o se desviaron de los Principios Rectores. Más allá de los gritos de
los falsos redentores que por consigna acusan a la dirección política, las bases sabrán responder y, como lo han hecho siempre, pondrán a cada cual en su lugar.